martes, 9 de agosto de 2016

De religión y poder en otras latitudes: el amigo Tenzin

El Dalai Lama por Joe Fu
-Nicholas Kristof
El Dalai Lama, quizá el único líder espiritual con una vena traviesa, tiene una sugerencia para los dirigentes del gobierno comunista de China: "retomen la reencarnación". 
Lo entrevisto en su habitación de hotel en Nueva York, al final de una gira por el extranjero para celebrar su cumpleaños 81 (nació el 6 de julio de 1935), y estamos hablando de lo que pasará después de su muerte. 
Tenzin Gyatso es el nombre de pila del 14° Dalai Lama (el vocablo mongol dalai significa: "océano"; blama es la palabra tibetana para "maestro"; así, "el maestro /de saber/ oceánico"), cada uno de los cuales fue considerado una reencarnación del anterior, y normalmente después de que el líder espiritual muere, se emprende una búsqueda en pos de un infante para que se convierta en el siguiente. 
Con todo, ha dicho que él pudiera ser el último de la línea, o que el siguiente Dalai Lama pudiera surgir fuera del Tíbet, o que incluso pudiera ser una niña.
Estas palabras enfurecen a Pekín que está decidido a elegir al siguiente Dalai Lama (para usarlo como marioneta de control del rebelde Tíbet). De manera asombrosa, los líderes ateos del Partido Comunista Chino han estado insistiendo en que la reencarnación budista debe continuar. ''El Partido Comunista pretende saber más sobre el sistema de reencarnación que el Dalai Lama’', exclama sorprendido Tenzin Gyatso. ''Si de veras los comunistas chinos aceptan el concepto de reencarnación, no deberían asustarse si un día de estos se les aparece Mao reencarnado", se carcajea.

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