(amplíese)
Las denominadas teorías de la conspiración (el término "teorías" es irónico, burlón, peyorativo, pues en realidad, se trata de "hipótesis") son aquellas que consideran que todo gran acontecimiento social, político o económico, que trastorne la vida (o la opinión) pública es consecuencia de la maquinación de una fuerza superior y secreta (por lo regular, un grupo de individuos que forman una élite de poder o 'sociedad o agencia secreta', con frecuencia, en torno a un gran líder oculto o misterioso) que no deja nada al azar en el gran juego del poder y del dinero. El conspiracionismo cunde como paranoia social entre quienes se sienten perseguidos (o amenazados) y de inmediato, esgrimiendo alguna teoría conspirativa, se convierten en perseguidores, al detectar y señalar al "enemigo" o "chivo expiatorio". Así, el conspiracionismo se nutre no de información verídica sino de rumores, calumnias, versiones de oídas y dizque "argumentos contundentes y lógicos", disfrazados bajo la forma de revelaciones o secretos develados, que "confirman" lo que ya sospechaban (quienes se consideran "más listos" que quienes los pretenden engañar) desde un principio o a priori sin ninguna clase de datos.
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