miércoles, 19 de febrero de 2014

Floreciente conciencia

-No temo a los tigres, tengo espinas para defenderme, pero detesto las corrientes de aire  ¿No tendría un biombo?- solicitó la naciente y frágil flor de su conciencia expuesta a los cuatro vientos
Pero la misma semilla del pequeño príncipe fue el origen del baobab
No resta más que aprovechar la fuerza del baobab para crecer vigoroso ¿Hasta dónde subirá?
Hasta donde sea posible para leer mejor el propio asteroide, el mundo, los mundos

3 comentarios:

Edgar Hernandez dijo...

Me podrias recomendar una buena traduccion en español y que tenga buena ilustracion de el libro El principito.
Gracias.

Falcón dijo...

Edgar- te recomiendo la edición bilingüe de editorial Fontamara. Traduce David Rincón

Edgar Hernandez dijo...

Gracias Falcón!