El poeta inglés John Milton acuñó la frase 'silver lining' en unos versos de 1634, en la obra Comus: A Mask Presented at Ludlow Castle ('Como, una mascarada en el castillo de Ludlow')
I see ye visibly, and now believe/
That he, the Supreme Good, to whom all things ill/
Are but as slavish officers of vengeance,/
Would send a glistering guardian, if need were/
To keep my life and honour unassailed./
Was I deceived, or did a sable cloud/
Turn forth her silver lining on the night?/
I did not err; there does a sable cloud/
Turn forth her silver lining on the night,/
And casts a gleam over this tufted grove.
La frase silver lining que en traducción literal sería 'revestimiento de plata' (o ribete o borde u orilla o brillo plateado... de la nube oscura), se entiende como el reflejo brillante que anuncia un rayito de esperanza en momentos tormentosos o de crisis; equivale a la luz al final del túnel. Así, la metáfora 'silver lining', se volvió de uso común para frases motivacionales o alentadoras en el idioma inglés. De ahí el título de la novela The Silver Linings Playbook (manual o instructivo para descubrir o percibir -have a shot- bordes plateados en las nubes negras).
De la novela surgió la versión cinematográfica con el mismo título, pero a los traductores mexicanos les dio flojera meditar en una traducción fiel a la metáfora y se sacaron de la manga el telenovelero y cursi: Juegos del Destino. Conviene apuntar que los protagonistas (y en general, todos los personajes de la película) son seres oscuros, verdaderas nubes negras en términos psíquicos, que sin embargo, se afanan por atisbar o hacer emerger sus 'silver linings', el perímetro luminoso de su perfil; luchan por dejar pasar la luz de la conciencia, por no taparla al menos. En la cinta se explican de manera muy simplista (se cree en un mecanismo de causa-efecto directo, sin matices) los padecimientos psicológicos de la pareja de protagonistas (Bradley Cooper dizque contrae un trastorno bipolar al contemplar la escena primaria, la infidelidad de la esposa desnuda con otro hombre bajo la regadera; mientras que Jennifer Lawrence, luego de morir su pareja atropellada, se ve poseída por una compulsión ninfomaníaca que la conduce a acostarse con once colegas de trabajo), que están siempre al borde del estallido violento, autodestructivo, auténticos casos border-line cuya tensión genera así, la intensa trama de la historia... con final feliz paradójico, pues no se despeja la duda sobre cómo logran la armonía un celoso implacable y una ninfómana obsesivo-compulsiva.
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