viernes, 12 de julio de 2013
Ahí se ven, jijosdesusjijas
Se puso de moda salir a la calle, con ánimo de berrinche y garbo exhibicionista, a proferir a voz en cuello tantas malas palabras, groserías, majaderías y albures como fuese posible, que de tanto transgredir y escandalizar por decreto, las maldiciones (mal-dicciones) quedaron exhaustas y aburridas de su escasa originalidad hasta que, ya muy entrada la noche, decidieron regresar en fila, silenciosas y sedientas de comunicación, a la afable reunión de las buenas palabras (buenas en el sentido de claras y precisas como un vaso de agua fresca).
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