viernes, 21 de abril de 2017

PEM-ex

En relación con PEMEX, Jorge Díaz Serrano (1921-2011) ha sido el único directivo encarcelado por cometer un fraude de 35 millones de dólares durante su gestión al frente de la empresa paraestatal (se le acusó de adquirir a sobreprecio dos buques-cisterna). Era senador por Sonora entonces, pero fue desaforado en tiempo récord y aprehendido por agentes de la PGR, el 30 de julio de 1983 (en la foto). Sin embargo, el rumor -casi evidencia- del motivo de su caída en desgracia, fue desafiar a Miguel de la Madrid en la lucha sorda por la presidencia de la república. El chaparrito De la Madrid (presidente de 1982 a 1988), apenas tomó posesión, mandó "investigar" a Díaz Serrano por enriquecimiento ilícito. El ingeniero, como lo llamaban, fue becado tras las rejas durante cinco años. Del lado de los trabajadores, la Quina (1922-2013), líder sindical de PEMEX, también cayó en desgracia del poder presidencial, pero no por corrupto sino por subestimar y burlarse del candidato Carlos Salinas de Gortari, a quien la Quina le regateó su apoyo electoral y en cambio, promovió a Cuauhtémoc Cárdenas. El chaparrito Salinas, ya como presidente, ordenó ipso facto a la PGR y al Ejército, que mediante truculento operativo, capturaran, el 10 de enero de 1989, a JoaQUIN(A) Hernández Galicia. Permaneció ocho años en prisión. La explosión de 18 kilómetros de calles en el Sector Reforma de Guadalajara, el 22 de abril de 1992, que además de devastar colonias, mató a más de 300 perosnas, fue ocasionada por verter PEMEX gasolina Nova en el colector del drenaje. Al parecer, todo se debió a una dizque rotura ("un agujerito" que supuestamente ocasionó un tubo encimado del SIAPA) del poliducto procedente de Salamanca, Guanajuato, y que llegaba a la planta tapatía de la La Nogalera. El director de la paraestatal entonces, Francisco Rojas Gutiérrez, ni siquiera se dignó a visitar Guadalajara. Sólo vino el presidente Salinas y "pidió que rodaran cabezas" al entonces gobernador Guillermo Cosío que entregó las del alcalde recién electo (22 días en el cargo), Enrique Dau, y la del entonces director del SIAPA, Atisteo Mejía Durán. ¿Y los directivos de PEMEX? Muy orondos y con la conciencia tranquila en la Ciudad de México, sabedores de que el presidente negociaba en ese año, 1992, el Tratado de Libre Comercio y, por tanto, jamás incurriría en el autogol de culpar a PEMEX - la industria parestatal número 1 de México "por su tecnología de punta"- del siniestro en Guadalajara. En el sexenio presente, en tiempos del regresado PRI de Peña Nieto, la ola de corrupción del caso Odebrecht, incluye a directivos de PEMEX. Incluso, el anterior director, Emilio Lozoya ha sido acusado de recibir 5 millones de dólares de moche; pero faltan funcionarios, sobre todo de la era panista, como Bueno Torio y otros, que se rumora, también se convirtieron en millonarios en dólares gracias al consorcio brasileño mentado. ¿Caerá algún directivo de PEMEX? Peña Nieto, un presidente de nuevo, tiene la batuta.

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