martes, 20 de agosto de 2013

Sobre cómo bautizar

Ahora que la Secretaría de Movilidad de Jalisco decidió copiar la estrategia del DF de someter a los conductores de automóviles al alcoholímetro y, en caso de ebriedad, efectuar un arresto administrativo enviando al reprobado a ese limbo abstemio conocido en la capital del país como El Torito, conviene preguntarse por el origen de dicho nombre, pues hasta ese quieren copiar en Jalisco (lo cual no resulta ni original ni pertinente: ya se sugirió el emilito, pero la inscripción de apelativos sigue abierta). En efecto, la jerga chilanga designó como 'el torito' al local que, hasta 1958, ocupaba el Rastro de Tacuba en las afueras de la capital. Es decir, en el nombre se respetó el concepto: antes en dicho lugar, se sacrificaban toritos (de los cuales no quedaba ni el rastro) y ahora se sacrifican bueyes... beodos (de quienes queda el rastro etílico).

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