Pena ajena

Como ocurrió con la despenalización de las bebidas con alcohol, cuando se despenalice la mariguana, tendencia histórica irreversible, la vergüenza del colectivo ahora histérico será vasta: sobre todo las reacciones paranoicas de señoras que ven mariguanos en cada pobre; o los médicos apocalípticos, que por lo general son alcohólicos (o workoholics) que diagnostican que la mata verde es muy mala por ser verde y mata; o los abogados autointoxicados de cigarro y juridicismo penal que de manera paternalista, aseguran, México no está preparado para emplear sus derechos humanos en forjar un churro en libertad. Se reitera: se vislumbra ya el ridículo histórico. Fox ya ejerció de pararrayos payaso, pero no por pedir la despenalización de la mariguana sino por ser Fox (a quien le urge por cierto, que inunden Temacapulín, Acasico y Palmarejo con la Presa del Zapotillo, para abastecer de agua sus dos ranchos: el suyo y el de Martita, donde sembrarán mariguana).