viernes, 19 de abril de 2013
Loft en Harvard
Al ser puestos en libertad los generales Noé Ramírez y Tomás Ángeles Dauahare, mandados apresar en un rapto de ira del ex-presidente Calderón, cuando ambos militares calificaron de fallida su estrategia de echar así nomás el ejército a las calles, felipito debió de recordar el momento en que el ex-gobernador de Jalisco, Opaco Ramírez Acuña (hoy embajador en España), en una fiesta de rancho, lo destapó como su gallo para la presidencia de México; felipito luego debió de recordar cómo logró derrotar -haiga sido como haiga sido- a AMLO; debió de traer a la memoria, viendo salir libre al general Ángeles Dauahare en la TV de su búnker en Harvard, por qué hizo estallar una Guerra contra las Drogas: porque él les demostraría a todos los mexicanos que no era "espurio" como lo insultaba López Obrador. Y a propósito,... En la penumbra de su espaciosa habitación en Harvard, encendió sigiloso -no quería despertar a la Zavala- su iPad para revisar en el diccionario de la RAE el significado de espurio. Leyó: 'bastardo, que degenera de su naturaleza'. ¿"Bastardo"? ¿Él, hijo legítimo de su padre, el señor Calderón? Definitivamente él no era un bastardo. ¿Qué había querido decir entonces el tabasqueño loco con eso de "espurio"? De haber leído esa definición antes, jamás hubiera desencadenado una Guerra.
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1 comentario:
Buen sentido del humor. Ya me imagino al chaparrón.
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