sábado, 9 de febrero de 2013

Conquistador autor

Hernán Cortés, primer cronista de Indias
El historiador y antropólogo francés, Christian Duverger, profesor de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de París, acaba de arrojar una bomba en las tranquilas aguas de la historia de la literatura en español y en la percepción del pasado de españoles y mexicanos. En su libro, Crónica de la eternidad, fruto de 10 años de investigación y presentado el jueves en la capital mexicana, demuestra que Bernal Díaz del Castillo nunca pudo escribir La historia verdadera de la conquista de la Nueva España y que su autor no fue otro que el propio Hernán Cortés como señalan las pruebas reunidas. El cronista-soldado, el testigo crítico de la Corona y de la versión oficial de la historia, el viejo cascarrabias sentimental, obsesionado con la recompensa económica y el reconocimiento de su gloria, el gran periodista de la Conquista de México se desvanecería para dejar su lugar al conquistador. El bachiller de Salamanca, el aventurero renacentista, el señor de la guerra satanizado por la historia, se convertiría así en un líder humanista y, como añade Duverger, "en el verdadero fundador", como dijo Carlos Fuentes de Bernal, "de la novela latinoamericana".
Crónica de la eternidad, escrita como una investigación policial que hace su lectura amenísima –"decidí no enfocar mi mensaje para el mundo académico y sus polémicas sino para el gran público"-, va señalando paso a paso las incongruencias de la Historia verdadera que impiden que Bernal Díaz del Castillo sea su autor. Pero ¿cómo nadie reparó en ellas en todos estos siglos? Duverger responde: "Muchos dudaron, pero la fuerza de los esquemas mentales, de los prejuicios, los disuadió. Yo pertenezco a una escuela de historiadores que fomenta la duda cómo método. Y lo primero que me sorprendió es que Bernal abre su crónica diciendo “terminé de escribirla el 26 de febrero de 1568 en Santiago de Guatemala, sede de la Audiencia (de los Confines)…”, cuando la Audiencia en esos años estaba ¡en Panamá! Nadie revisó eso, ¿por qué mis colegas no lo descubrieron?"
Esa fue la primera pista, pero vendrían más. Por ejemplo, Díaz del Castillo, que hace gala en su crónica de gran intimidad con Cortés durante la Conquista, no es citado por éste en ninguna de sus Cartas de Relación ni aparece en ninguna lista de la época de los poco más de 500 hombres que le acompañaron; comienza a escribir a los 84 años lo que sería un caso portentoso de memoria; lo hace para enmendar la plana a la supuesta versión oficial de fray Francisco López de Gómara, pero su Historia de la conquista de México publicada en Zaragoza en 1552 fue prohibida por la Inquisición al año siguiente y jamás viajó a América; presume de ser un soldado raso pero despliega una gran erudición con citas de clásicos griegos y latinos o de la Biblia impensables en alguien de su condición.
Crónica de la eternidad retrata al conquistador como un líder humanista satanizado por la historia
Además, sostiene el historiador francés, un análisis del estilo de la crónica revela que su autor estaba impregnado de prosa latina y construcciones propias del náhuatl, que sólo alguien como Cortés, según Duverger, fascinado con México e "inmerso en un proceso de mestizaje pudo dejar que penetraran en su manera de escribir en castellano". Dos características que coinciden con las Cartas de relación del conquistador. Duverger va eliminando candidatos a la autoría entre la docena de compañeros de Cortés que sabían leer y escribir –ninguno pudo ser testigo de todo lo relatado- hasta toparse con el conquistador. Crónica de la eternidad, una segunda parte de Cortés, la biografía más reveladora, publicada también en México por Taurus en 2010, comienza a develar el misterio al entrar en los años finales de éste cuando vuelve a España, un periodo al que se ha prestado poca atención. Frente a la idea tradicional de un Cortés aislado y perdedor, el historiador se centra en la etapa (1543-1546) que pasó en Valladolid y descubre a un hombre intelectualmente muy activo, que organiza en su casa una academia en la que se dan cita los notables de la ciudad y se discute sobre temas como "el cronista y el príncipe" o "la historia oral y la historia documentada".
Duverger acusa a un hijo de Bernal Díaz del Castillo de falsificar la autoría de la crónica
En esos años, asegura Duverger, es cuando el conquistador, que ha visto cómo todas sus cartas al emperador Carlos V "no sólo han sido prohibidas sino también quemadas en plaza pública" en 1527, concibe su plan. "Cortés decide que su público es el futuro. Está orgulloso de lo que hizo y es consciente de que la marca que el hombre deja en la tierra es más fugaz que los libros. Si la Corona quiere matar su memoria, borrarle de la historia, él sabe que su aliada es la posteridad".
Cortés contrata a López de Gómara, a quien confía sus archivos para que escriba la historia oficial –en su testamento dejará dicho que se le paguen 500 ducados por el trabajo- al tiempo que él escribe sus memorias, "inventando al personaje del soldado anónimo con la libertad de un novelista", dice el historiador, que subraya que la estructura de las dos obras es idéntica.
Cortés muere en 1547, la obra de Gómara es prohibida –"su poseedor corría el riesgo de pagar una multa altísima, equivalente al precio de 20 mulas"- y su manuscrito permanece oculto durante dos décadas. Pero la sublevación de los tres hijos de Cortes en México al frente de los herederos de los conquistadores contra las Leyes de Indias que amenazaban con confiscar sus propiedades en 1566 resucita el texto.
La crónica escrita por Cortés viaja a América con intención de convertirse en el gran golpe de efecto que legitime la causa de los primeros criollos. La conspiración fracasa y los hijos del conquistador son detenidos y enviados al exilio. Antes, los hermanos envían "el documento a Guatemala, donde vive Bernal, uno de los pocos supervivientes de la Conquist" y cuya existencia está por primera vez documentada en 1544. Su hijo, Francisco Díaz del Castillo, afirma Duverger, aprovecharía la oportunidad de mejorar su posición en sus pleitos "convirtiéndose en hijo de héroe", haciendo modificaciones para incluir el nombre de su padre e incurriendo en flagrantes contradicciones "como criticar algunos párrafos de Gómara que nunca aparecieron en su versión dada a la imprenta" y que sólo pudo conocer Cortés. El manuscrito sufriría algunas manipulaciones más hasta su definitiva impresión en Madrid en 1632 con el título que conocemos y la autoría de Bernal.
En la obra de Duverger, Cortés aparece como un héroe y Carlos V como un villano. "Para Cortés, el emperador es un personaje débil, que pasa el tiempo guerreando por Europa. No entiende que en plena era de las exploraciones, de la apertura de nuevas rutas comerciales, se desaproveche la oportunidad. Tras 15 años en Santo Domingo y Cuba, cuando entra en México instala una convivencia diferente a la de la Corona. Impone su visión mestiza y no la genocida que se ha practicado en el Caribe".
"El México mestizo que conocemos hoy es producto de la visión de Cortés", afirma el historiador, que espera impaciente la reacción del público de ambos lados del Atlántico a su hallazgo y sueña con que algún día la Historia verdadera se publique bajo el nombre de su verdadero autor: Hernán Cortés.

-Nota de Luis Prados/ El País/ 9 feb 2013

7 comentarios:

quique dijo...

ya pedí mi libro en la Gandhi, reconozco en Cortés a uno de mis abuelos ( en tanto que mexicano ) y lo que arroje luz sobre su persona me mueve a la curiosidad.

A veces eso de la Historia parece un poco Novela Policíaca.

Unknown dijo...

Es muy grave que se den estas versiones falsas de la historia. Negar a Bernal es un atropello a la verdad. Es una pena que O'Gorman haya muerto pues despedazaría a Duverger.

Unknown dijo...

La Audiencia de los Confines estaba en Guatemala y Bernal era el alcalde. Fue el último sobreviviente de la conquista. Su primera esposa fue hija de Moctezuma y por ese motivo él aprendió el náhuatl a la perfección. En fin, que Duverger hace una apología de Cortés maniquea y falsaria contra el autor de la Verdadera historia...

Baltazar dijo...

¡Ah, qué cosas!

El hombre que vino a cucar a los Tlaxcaltecas para devastar el imperio -totalitario, hasta eso- de nuestros antepasados y esclavizarnos era todo un humanista letrado y finísima persona.

Siendo así, me pregunto si los dueños de Repsol también serán gente fina y educada como su antepasado Cortés. De ser así, ya no podré volcar mi resentimiento tercermundista y reaccionario en ellos por su intento de re-conquista económica

quique dijo...

Para Baltazar:

Pues Cortés si era una persona educada, quizá no finísima, pero si hábil con la pluma; que haya sido muy diestro con la espada a la hora de matar no le quita lo otro, en todo caso así se arreglaban los diferendos territoriales en ambos lados del Atlántico.

Por lo de esclavizarnos... ya nosotros nacimos libres, y si nos gusta o no somos hijos de esa selección arbitraria de pueblos sanguinarios. Cortés y La Malinche son mis antepasados, ambos, de los dos heredé, y heredaste, mucho, no es para escandalizarse de sus pleitos conyugales, hablando metafóricamente, somos sus nietos y nada podemos hacer para cambiar éste hecho, puede servirnos de mucho conocer sus vidas para que nuestros nietos no renieguen tanto de nosotros.


miguel angel maldonado dijo...

Es realmente increíble las historias sin fundamento,se debe resaltar la verdad, yo soy mexicano y en base a muchas investigaciones supe que el verdadero merito de la "Conquista" se debe a un enorme grupo de pueblos indígenas que estaban sometidos al tributo de los aztecas,quienes antes de ser la potencia cultural política y económica que eran también fueron un pueblo despreciado y sometido por otras culturas como los OLMECAS Y LOS TOLTECAS.Entonces esta manifiesta inconformidad permitió la alianza de estos pueblos con Cortés,que solamente venia armado con unos 400 a 600 hombres 11 naves 16 caballos 32 ballestas 10 cañones de bronce y algunas otras piezas de artillería de corto calibre.Lo anterior explica la participación de IXTLILXOCHITL, un jefe indígena que se alío a los españoles y que fue quien verdaderamente dirigió el sitio de TENOCHTITLAN. Resulta inexplicable que una gran ciudad,con las complicadas condiciones de su disposición lacustre,hubiera sido férreamente cercada por un puñado de hombres cercano a los 700 europeos,a no ser por la colaboración de numerosos ejércitos del jefe indígena Ixtlilxóchitl que,por tales razones,debería ser considerado el verdadero conquistador de la capital mexica,aunque sólo lo haya hecho para entregársela a los españoles. La caída del ejército azteca obedeció a la impotencia para continuar la lucha,ocasionada por el hambre, la sed, y la viruela,generadas por el severo y prolongado sitio al que estuvieron sujetos.Conquistador ? La traición de nuestros pueblos fue junto a Ixtlilxóchitl la causa de la caida de La Gran tenochtitlan,. Existe un monumento en la plaza de tlatelolco que dice: " EN LA CONQUISTA NO HUBO VENCEDORES NI VENCIDOS, FUE ÚNICAMENTE EL DOLOROSO NACIMIENTO DE LA NUEVA NACIÓN MESTIZA QUE AHORA ES MÉXICO. " Negar la verdad de Bernal Díaz del Castillo es un atropello a la dignidad Azteca.Hay que informarse antes.Señor Duverger.

quique dijo...

Me encanta el hecho de que Don Hernán haya sido capaz de catalizar el odio y canalizarlo a su conveniencia, su figura cada día me gusta más, deberíamos estudiar con detenimiento su vida (desde cuando estamos en la primaria) al final del día fue El Hombre fundamental de nuestro origen como nación.