La congestión vehicular degrada la calidad de nuestras vidas
-Eduardo Ruiz Healy, 30 ene 2020
TomTom es una empresa neerlandesa que fabrica sistemas de navegación para automóviles, motocicletas y teléfonos celulares.
Utilizando la información recabada por sus sistemas GPS alrededor del mundo, TomTom elabora cada año su Índice de Tráfico (IT).
El
martes pasado, la empresa difundió su IT 2019 basado en información
obtenida en 416 ciudades en 57 países, el cual "clasifica la congestión
urbana en todo el mundo y proporciona acceso gratuito a información,
ciudad por ciudad".
Para medir el porcentaje de congestión de cada
ciudad, TomTom calcula "la línea de base por ciudad analizando los
tiempos de viaje de flujo libre de todos los vehículos en toda la red de
caminos, registrados 24/7, 365 días al año". Esta información también
le "permite calcular, por ejemplo, cuánto tiempo extra pasará un
conductor en el tráfico durante las horas pico".
Así, por ejemplo, "un nivel de congestión de 53% significa que un viaje tomará 53% más de
tiempo que durante las condiciones de base no congestionadas de esa
ciudad".
Las ciudades más congestionadas, de acuerdo con el IT 2019, son
Bangalore, India, y Manila, Filipinas, (ambas con un nivel de congestión
de 71%); Bogotá, Colombia (68%); Mumbai, India (65%); Pune, India, y
Moscú, Rusia (ambas con 59%); Lima, Perú (57%); Nueva Delhi, India
(56%); Estambul, Turquía (55%); Yakarta, Indonesia; Bangkok, Tailandia, y
Kiev, Ucrania (con 53% cada una); México y Bucarest, Rumania (ambas con
52%). En todo el continente americano sólo Bogotá y Lima
superan a la Ciudad de México.
Los habitantes de la CDMX, como los
de cualquier otra ciudad con alta congestión vehicular, padecen: alta
contaminación del aire, pérdidas de tiempo, retrasos, desgaste de sus
vehículos, estrés, frustración y enojo que cada día producen más
enfrentamientos entre conductores que a veces son letales, degradación
de vecindarios, bloqueos a vehículos de emergencia como ambulancias y
patrullas policíacas. En resumen: una degradación en la calidad de vida.
Un
estudio difundido por el Instituto Mexicano para la Competitividad
(Imco) en septiembre pasado señala que "la congestión en 32 ciudades
mexicanas cuesta 94,000 millones de pesos al año (...) En las 32
ciudades, cada persona pierde en promedio 100 horas adicionales en sus
traslados al año". El costo de la congestión en el valle de México fue
de poco más de 47,000 millones en el 2018 y cada habitante perdió 146.45
horas de vida en el tráfico; 116.07 son las horas que perdieron los
habitantes de Toluca, 114.18 los de Puebla-Tlaxcala, 113.36 los de
Monterrey y 112.98 los de Acapulco.
Para resolver el problema, el Imco recomienda, entre otras cosas, que
los gobiernos locales proporcionen "transporte público seguro,
eficiente y limpio conforme a la proporción de usuarios", construyan la "infraestructura para movilidad no motorizada" y hagan "que el
transporte público sea financieramente sostenible, con descuentos para
la población vulnerable".
Hasta ahora nada indica que la solución
del problema de congestión vehicular sea prioritario para los gobiernos
locales o que alguno de ellos tenga los recursos necesarios para
resolverlo, y bajo las actuales condiciones económicas pasarán décadas
para que se vea y se sienta un cambio significativo.
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