lunes, 11 de febrero de 2019

Sentimiento oceánico/ Claraboya hacia el abismo

Videmus nunc per speculum in aenigmate
('Vemos ahora en enigma por medio de un espejo')
San Pablo, I, Corintios, 13, 12

El mundo externo -las formas, las temperaturas, la luna- es un lenguaje que hemos olvidado los hombres, o que deletreamos apenas (...) Hasta los sonidos irracionales del globo deben ser otras tantas álgebras y lenguajes que de algún modo tienen sus llaves correspondientes, su severa gramática y su sintaxis, y así las mínimas cosas del universo pueden ser espejos secretos de las mayores (...) La aterradora inmensidad de los abismos del firmamento es una ilusión, un reflejo exterior de nuestros abismos, percibidos en un espejo. Debemos invertir nuestros ojos y ejercer una astronomía sublime en el infinito de nuestros corazones ... Si vemos la Vía Láctea, es porque existe verdaderamente en nuestra alma (...) Todo es símbolo, hasta el dolor más desgarrador. Somos durmientes que gritan en el sueño. No sabemos si tal cosa que nos aflige no es el principio secreto de nuestra alegría ulterior (...) Cada hombre está en la tierra para simbolizar algo que ignora y para realizar una partícula, o una montaña, materiales invisibles para edificar la Gran Ciudad global (...) No hay en la tierra un ser humano capaz de declarar quién es, con certidumbre. Nadie sabe qué ha venido a hacer a este mundo, a qué corresponden sus actos, sus sentimientos, sus ideas, ni cuál es su nombre verdadero, su imperecedero Nombre en el registro de la Luz...

- Fragmentos de El espejo de los enigmas de Jorge Luis Borges

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