jueves, 4 de julio de 2019

Síndrome de Medea/ O de la violencia intrafamiliar

 Jasón y Medea, 1907, John William Waterhouse


Síndrome de Medea. Situación patológica que padecen madres y padres donde debe incluirse no sólo el abandono y el daño físico, sino también las agresiones psicofísicas o afectivo-emocionales o el daño social, económico e incluso la muerte.
Se refiere a un cuadro de síntomas que caracteriza a la madre (en ocasiones el padre) que en respuesta a los conflictos y al estrés que se derivan de la relación con su pareja, descarga todas sus frustraciones con agresividad hacia su descendencia, llegando incluso a utilizar a su hijo o hija como un instrumento de poder y de venganza hacia su pareja, hasta arrebatarle la vida, se piensa que algunas mujeres identifican la maternidad con la feminidad, reafirmándola con el reconocimiento del otro, matando al hijo destruyen el vínculo de unión con su compañero, valorando a los hijos como a cualquier adquisición material. 
Estadísticamente las madres Medea suelen matar a sus hijos cuando son pequeños, los padres cuando son adolescentes; estos padres se sienten agobiados por sus hijos llegando al delirio y viendo a sus hijos como a monstruos, consideran que alguna "persona, entidad, demonio o ser maligno" les ha cambiado. Según investigaciones recientes el síndrome o complejo de Medea puede también darse durante la gestación ya que se genera un estado psicobiológico que en situación de conflicto entre la madre y el padre puede generar grandes cambios en la mente de la madre y de el futuro bebé, generando esta hipótesis el concepto de microsicoanálisis y de "guerra intrauterina" entre madre y feto, asociando el síndrome a la incapacidad de la madre a mantener la gestación por raciones psíquicas y en el contexto de su relación personal y emocional con el padre. El síndrome de Medea, término que se originó a partir de la tragedia Griega de Eurípides que relata la triste historia de la sacerdotisa Medea, esposa y madre que para castigar la traición de su esposo Jason que la abandonó por la hija de el Rey de Corinto, sacrificó la vida de sus hijos para que el dominio de mujeres sobre hombres quedase asegurado. En la antigua Roma el padre también tenía el derecho de matar a sus propios hijos bajo la ley "Patria potestas" hasta el siglo cuarto que influenciada por el Cristianismo comenzó a considerar el asesinato de los hijos como un crimen. Otras culturas a través de la historia han tratado el asesinato de los hijos con similar ligereza e impunidad. 

El complejo de Medea, nace de la mitología griega, Medea hechicera, hija de Eetes, rey de Cólquida. Cuando el héroe Jasón, al frente de los Argonautas, llegó a Cólquida en busca del vellocino de oro, Medea se enamoró desesperadamente de él. A cambio de la promesa de Jasón de una fidelidad duradera y de llevarla a Grecia con él, se sirvió de sus poderes mágicos para permitirle engañar a su padre y obtener el vellocino. Medea zarpó entonces de Cólquida con Jasón, llevándose a Apsirto, su joven hermano, con ella.
Para escapar de la persecución de Eetes, Medea mató a Apsirto y dispersó sus restos en el mar. El rey se detuvo a recogerlos y la demora permitió escapar a Jasón y a su grupo. En otra leyenda, es Jasón quien mata a Apsirto después de que Eetes lo envía en persecución de los fugitivos.
Cuando Jasón y Medea llegaron a Grecia, supieron que Pelias, el malvado tío de Jasón, había sido responsable de la muerte de los padres del héroe. Para vengar sus muertes, Jasón pidió una vez más a Medea que lo ayudara con su magia. Complaciente siempre a sus deseos, la hechicera consiguió la muerte de Pelias mediante una astuta estratagema. Les dijo a sus hijas que sabía cómo ellas podían hacer que su anciano padre recuperara la juventud y para demostrarlo, descuartizó a una oveja de muchos años y puso los trozos a hervir. Después, soltó a un cordero joven, encantador y juguetón, que surgió de la caldera de agua caliente. Las hijas se convencieron de que podían rejuvenecer de manera semejante a su padre. Así, después de darle Medea a Pelias un poderoso narcótico, las hijas se dispusieron a cortarlo en pedazos, pero Medea desapareció sin decir las palabras mágicas que le habrían devuelto la vida. Después de esto, Jasón y Medea zarparon hacia Corinto, donde tuvieron dos hijos. Vivieron felices hasta que Jasón se enamoró de la hija del rey Creonte. Le promete a esta matrimonio. Para vengarse, Medea mató a su rival enviándole un vestido envenenado (un vestido de bodas que la consumió en llamas). Temiendo que Jasón intentara vengar la muerte de su novia, daño a sus hijos, ella los mató. Medea escapó de la ira de Jasón abandonando Corinto en un carro alado en dirección a Atenas.
Allí logró gran influencia sobre el rey Egeo. Gracias a sus poderes como maga, se dio cuenta de que Egeo era, sin saberlo, el padre de Teseo, un joven héroe que en ese momento llegaba a Atenas.
Ella no deseaba que su influencia sobre Egeo se viera afectada por la aparición de un hijo, así que tramó con Egeo invitar a Teseo a un banquete y le dio un vaso con una bebida envenenada. Egeo voluntariamente conspiró con ella por miedo a que los atenienses prefirieran al popular y joven héroe antes que a él y quisieran colocar a Teseo en el trono. Afortunadamente, Teseo le hizo saber que era su hijo y Egeo arrojó el vaso con veneno. Medea escapó de la ira de Egeo y se fue a Asia.

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