miércoles, 13 de mayo de 2015

Debate/ Apuntes para un método o hábito


*En su acepción más común, el debate es una forma (estrategia, técnica) de comunicación oral mediante la cual se confrontan ideas, generalmente contrapuestas, entre dos o más personas que se muestran dispuestas a abrirse en público para exponer sus ideas a la crítica o la autocrítica. 
*El debate es una herramienta de la cultura democrática para la coexistencia pacífica, que ayuda a ampliar horizontes de comprensión, percepción, conocimiento y tolerancia en el ámbito de la opinión pública. 
*Debatir implica tener claro el propósito u objetivo del debate, que una vez definido de común acuerdo, dispondrá así, el ánimo y la actitud para la confrontación de buena fe, sin el recurso de trampas ni engaños. 
*Cuando el fin es descubrir la verdad, lo real o auténtico, las personas deberán enfocar su energía intelectual en el desmenuzamiento de ideas que despejen el proceso de búsqueda de lo verdadero, mediante la eliminación de nociones falsas o erróneas, creencias obsoletas y prejuicios que obstaculicen la claridad.
*Todas las ideas son siempre atacables, cuestionables o criticables; pero todas las personas son siempre respetables. Tal principio obliga a no confundir a la persona que debate con la idea que enarbola o defiende; pues por lo general, la persona no es la autora de la idea, por mucho que se identifique con ella (por ejemplo, debatir sobre la existencia de Dios o si Jesús fue realmente un personaje histórico, requiere partir del acuerdo de que ni la idea de Dios ni la de Jesús la inventó la persona que defiende dichas ideas; por tanto, la idea y la persona no son lo mismo).
*El debate implica la exposición de ideas (en su sentido de conceptos, nociones, tesis, hipótesis, análisis, reflexiones, conclusiones, construcciones intelectuales, etcétera), no de opiniones. La opinión es un punto de vista reactivo, de corto alcance, una impresión subjetiva de bote pronto o de primera instancia; en ese sentido, la opinión es menos rigurosa, más intuitiva y por tanto, más ligada a la subjetividad emocional de la persona que la defenderá más bien como capricho o manía. Por lo general, en la discusión de opiniones no interviene un criterio de verdad sino de autoridad o juego de poder.
*La antítesis del debate es el ataque, la calumnia o el insulto a la persona en vez de la idea. Cuando el objetivo es destruir o denigrar, el debate deja de serlo y pasa a ser pleito o guerra. La verdad ya no es entonces la guía sino la violencia. El fascismo o totalitarismo apostaba a imponer mentiras, prejuicios o calumnias repitiéndolos sistemáticamente para que adquiriesen verosimilitud, bajo el principio destructivo de "calumnia que algo queda".
*Quien se niega al debate es por lo general, una persona que carece de ideas y más bien, defiende dogmas, tabús o (auto)censuras; asimismo quien se escuda en el anonimato y no está dispuesto a defender sus ideas abiertamente en público, tiene otro objetivo (por ende, oscuro) que es diferente al de debatir ideas; por manía compulsiva, el anónimo o alias busca la confrontación por la confrontación misma.

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