Evo por Molina
Evo (1) Morales, el boliviano dictador democrático (oxímoron a pie de urna; el lacayo de Fidel Castro y ex-Hugo Chávez, recién se reeligió por tercera vez y durará hasta 2018, cuando con toda seguridad, "¿para qué pues sirven las urnas?", volverá a reelegirse), rebuznó (2) para acusar a México, junto con Chile, Perú y Colombia, de "lacayos del imperialismo". La expresión es un anacronismo polvoso que responde a la ortodoxia marxista de los años sesenta, que ya entonces pecaba de imprecisión ('lacayo' es medieval; 'imperialismo' es del manual de Martha Harnecker: "fase superior del capitalismo"). Y que conste que no se critica a Evo por indígena, pues los hay cultos e informados como Benito Juárez. Quizá para responderle con el mismo nivel de atraso ideológico tendríamos que decir que Evo es un "bolchevique prehispánico".
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(1) Antes de nacer el ahora presidente, su papá contaba conque fuera niña a la cual bautizaría como 'Eva'; pero salió chilpayate: 'Evo' se queda.
(2) Los rebuznos del ignorante y prejuicioso dictador datan de tiempo atrás. Se transcribe nota de El País, del 22 de abril del 2010:
"Todos debiéramos tener derecho a decir estupideces. Es casi condición
humana. Pero hay que diferenciar la tribuna desde la que se rebuzna. Evo Morales habló hace unos días en la Conferencia Mundial de Pueblos
sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra, y se lanzó contra los alimentos modificados genéticamente o transgénicos. Le llegó el turno al
pollo, y no salió bien librado: "el pollo que comemos está cargado de
hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos,
tienen desviaciones en su ser como hombres." Reconocer que son los
pollos cargados de hormonas los culpables de la homosexualidad, seguro
provocó suspiros de alivio en quienes veían al demonio tras esas prácticas anti natura.
Luego Evo habló de los calvos, "que es una enfermedad de Europa por las
cosas que comen", y de ahí se siguió contra las papas, la Coca-Cola y un
largo etcétera transgénico." (Nota firmada por Mabel Azcui)
6 comentarios:
Aquí hay una confusión del mensaje con el comunicador.
Todos estamos de acuerdo en que Evo Morales es un pendejo. Es un payaso lamentable que, entre sus muchas monerías, no sólo encaja perfectamente en el clásico perfil del demagogo bananero, sino que también parece estar bien versado en el discurso mocho-analfabeta tan común entre la perrada latinoamericana.
Sin embargo, por muy modernos que queramos sentirnos, no podemos discutir que nuestra política en materia energética, fiscal, de seguridad pública y laboral se hace en Washington y se nos hace saber a través de los voceros en Los Pinos. Un país soberano nunca hubiera tolerado un operativo "Rápido y Furioso" (el escándalo internacional, no el bodrio cinematográfico)
Totalmente de acuerdo con Billy. Al respecto es muy interesante leer a Galeano para ver como las raíces de la política que vivimos en este continente son muy añejas.
Billy- escribiste: "no podemos discutir que nuestra política en materia energética(...)se hace en Washington".
¿De veras "no podemos discutir"? Se antoja dogmática tu sentencia. Quizá el punto de partida para debatir sobre el presente tema sea re-visar, re-flexionar, re-pensar las palabras que usamos como reflejo automático o cliché.
Así, Evo nos acusa de "lacayos del imperialismo". Concentrémonos: ¿qué significa en rigor dicha frase?
Si damos por sentado que 'lacayos' es insulto no descripción (pues en sentido estricto, los lacayos eran los que servían a pie al caballero feudal en la era medieval), nos queda sólo por aclarar el término "imperialismo". ¿Qué significa? Por lo pronto sabemos que deriva de "imperio". El ejercicio de poder del imperio sería el imperialismo. Y en el presente caso, Evo asume (junto con quienes repiten el vocablo sin chistar) que el "imperio", esto es, el que impera o posee un 'gobierno imperial', es Estados Unidos.
¿De veras? ¿Es cierta, precisa, tal afirmación, ocurre así en la realidad? ¿Estados Unidos posee un régimen de gobierno no democrático sino imperial? ¿Quién es el Emperador de EEUU? ¿El presidente? No es así porque el Poder Ejecutivo es propio de un régimen de división de poderes. Un Emperador (el que impera) es un poder único y absoluto.
Prosigamos con la precisión de las palabras. ¿De veras los mexicanos somos súbditos (meros "lacayos") de un gobierno supuestamente imperial? ¿Para qué colocar entonces una frontera entre EEUU y México con tantos obstáculos migratorios, policíacos y militares, si nosotros somos tan obedientes y serviles? ¿Por qué entonces no pagamos los mexicanos, como súbditos, impuestos al gobierno de Estados Unidos, en vez de pagarlos al gobierno de México?
Al re-visar entonces la palabra "imperialismo" caemos en cuenta de que en realidad, resulta más preciso hablar de hegemonía o influencia estadounidense (nuestras costumbres o el-mexican-way-of-life, por ejemplo, se parece cada vez más al american-way-of-life ¿O de dónde salió la computadora en que discutimos esto?).
El predominio de la primer potencia del mundo sobre México es innegable; somos sus vecinos geográficos. Pero de ahí a considerarnos, de veras, "lacayos del imperialismo"...
Conclusión provisional: la frase cliché "lacayos del imperialismo" no es una descripción rigurosa sino una metáfora política; aun más: es una metáfora de propaganda política. Igual al cliché de "socialistas revolucionarios del siglo XXI" (¿de veras?) con que se autodenominan los dictadores 'democráticos' de la talla de Evo, Correa (en Ecuador), Maduro (en Venezuela), Ortega (en Nicaragua) y los Castro (en Cuba).
Por tanto, Billy, "aquí no hay una confusión del mensaje con el comunicador" como escribiste en tu primera línea; es más, te cito: "Todos estamos de acuerdo en que Evo Morales es un pendejo". Y los "pendejos" sólo dicen____.
Sr. MF, gracias por responderme.
Cuando dije que nuestro gobierno es meramente un portavoz de quienes verdaderamente nos gobiernan, no dije que fuera un tabú cuestionar tal cosa. Dije que "no podemos discutirlo" porque es fútil, porque se antoja como un esfuerzo desperdiciado. ¡Cómo quisiera equivocarme en ese respecto! Pero un gobierno que nos espía, maniobra impunemente fuera de la ley y nos aprueba o reprueba en materia de política doméstica definitivamente lo hace desde una posición dominante.
Y desde luego que concuerdo con ud. en que el discurso de Evo Morales suena, no sólo pasé, sino, peor aún, totalmente hipócrita (¿Un autócrata criticando a un imperio?), y efectivamente no hay monarcas ni emperadores en EU, y sí tenemos algo parecido a un gobierno propio, pero no porque Evo Morales desconozca el concepto de "metonimia" no quiere decir no lo use (por accidente).
Efectivamente, no somos vasallos. Empero, no se necesita ser un minino para ser el gato de alguien. Comprendo que aquí se esté renegando del cliché y de la carga semántica de determinadas palabras que se usan (y posturas que se asumen) a la ligera, pero, sin quedarnos en un plano meramente literal ¿Se le puede refutar a Morales que nuestra posición ante los EU es sumisa? De nuevo, recibiría con gran alegría un argumento que pruebe lo contrario
Por último, quiero recordar que, así como nadie está libre de decir tonterías, nadie dice tonterías exclusivamente. Decir una babosada no lo vuelve un baboso a uno, así como decir algo coherente no lo exime a uno de tonterías pasadas. Además, es muy posible llegar a una conclusión correcta por los medios -o motivos- equivocados.
Evo Morales trata de justificar su postura intransigente y absurda (y arcáica, si se quiere) señalando una hecho incómodo sobre nosotros. No es una verdad incómoda porque es una verdad exagerada, pero no deja de estar basada en hechos.
Billy- mi apunte va en el sentido de no prestarse a secundar clichés que adormecen la conciencia. Pues la retórica bravucona y rudimentaria de la dizque izquierda de Evo y compañeros de viaje, no sirve para comprender sino sólo para azuzar prejuicios, entre otros, el de acusar a Estados Unidos de todos nuestros males y los del mundo; para convertir a los gringos en el Gran Satán como ladran los autodecapitados fundamentalistas islámicos. Aun más: secundar el cliché de "lacayos del imperialismo" sirve de coartada para el patético desdén (estrategia de avestruz) por el estudio de la historia, el funcionamiento electoral, las particularidades políticas y económicas de EEUU, nomás porque "el imperialismo sólo merece rechazo y denuncia". Lo mismo vale para el conocimiento del inglés como idioma, Billy (supongo que tu nombre es Guillermo). En alguna ocasión, un compañero ultraizquierdista (se lamentaba por su incongruencia al no ser zurdo) me espetó que "en vez de la lengua del imperio se debería enseñar náhuatl". Pues ambos, le respondí. Pero los ultras hiperactivistas ("la revolución está a la vuelta de la esquina") no tienen tiempo de aprender.
Escribiste: "¿Se le puede refutar a Morales que nuestra posición ante los EU es sumisa?". De nuevo conviene el matiz y la precisión: ¿qué debe entenderse por "sumisa"? ¿Y asumiendo de momento el sentido en forma literal, "posición sumisa" en qué terreno? ¿En el diplomático? ¿En el político? ¿En el cultural? ¿En el de los medios? ¿En el económico? ¿En todo somos sumisos los mexicanos? ¿No se salvan ni las tortas ahogadas? Un principio de realidad nos permite reconocer que somos más débiles que la primer potencia. Pero, ¿dicho reconocimiento implica en automático genuflexión sumisa?
Coincido contigo, Billy, en que proferir "babosadas" no lo convierte a uno en "baboso" de tiempo completo; pero yo me refería a Evo. Cuando alguien persiste en el error (verbigracia: afirmar que se muta en gay por comer pollo, o la gente se queda calva por culpa de lo que se come en Europa, son cuentas de un rosario de tonterías ya muy largo). Es decir, quien se obstina en propalar estup-ideces (en el sentido etimológico de dejarlo a uno estup-efacto con lo que escucha; en nuestro país, Tribilín Fox se lleva la medalla de (l)oro en dicha especialidad); cuando alguien en forma reiterada, voluntaria o involuntariamente, emite estupidez tras estupidez, se va configurando un perfil de estúpido que más vale reconocer a tiempo antes de que tome la iniciativa y pase al acto en asuntos públicos relevantes.
Escribiste además: "es muy posible llegar a una conclusión correcta por los medios -o motivos- equivocados." ¿Te refieres al burro que tocó la flauta? ¿Al azar? ¿Al problema de los medios (usar las urnas) y los fines (para instaurar una dictadura como la de Fidel Castro, por ejemplo)?
Para terminar mi comentario, Billy, ¿de veras crees que Evo pronunció una "verdad" que nos molestó a los mexicanos sólo porque nos incomoda? De nuevo: ¿cuál "verdad"?
Saludos.
Sr. Falcón, de nuevo, le agradezco que me dedique algo de su tiempo.
Respecto a su pregunta final, me remito a mi comentario anterior donde trato de ejercer cautela diciendo que la denostación de Evo Morales hacia nuestro país, por su carácter de exageración, no es una verdad, sino un hecho tergiversado.
Como ya acordamos, no hay vasallos ni lores aquí, pero sí hay, como ud. concedió, una decidida desigualdad entre nosotros y los EU. Se puede apreciar en la política migratoria estadounidense, en nuestras relaciones comerciales con ellos, en fin.
Esa inequidad es un hecho, y es un hecho incómodo.
Ahora, respondiendo a su primera pregunta, por supuesto que no veo una sumisión completa. Quizá ya hubiera hecho las maletas de ser así. Creo que las cosas pueden mejorar, aunque soy el primero en admitir que no sé cómo
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