No-tiempo, no-espacio

Estamos viviendo en un tiempo y en un espacio que no sentimos nuestro: es un no-tiempo, un no-espacio. Porque viene el lobo, y siempre viene de fuera: como crisis económica a causa de errores en EEUU; como crisis de seguridad a causa de los narcos; como crisis de salud por el virus de un animal. Ahí viene el lobo y se nos ordena encerrarnos en un no-espacio colectivo, abandonar las instituciones sociales: las escuelas, las oficinas, los restaurantes, los cines, los antros, las plazas: se nos ordena evitar la sociedad, la gente. El lobo será aniquilado por la Autoridad, por el Gobierno. Mientras tanto, no estorben: enciérrense en sus casas, individualícense, aíslense, des-socialícense, vivan en no-comunidad ¿Hasta cuándo? Es un no-tiempo, así que hasta nuevo aviso enciérrense en sus personas, en el no-espacio. Abandonen la sociedad. Regresen al Yo.
Ah, pero en mayo: vuelvan a las instituciones sociales. Debemos renovar la Autoridad, el Gobierno que aniquilará al lobo. Así que queremos que atiendan las campañas, se enteren de los candidatos, que voten en las elecciones. Vengan a involucrarse en la sociedad, en la política, abandonen sus casas, dejen su individualidad, comprométanse, tomen partido, no sean egoístas: hay que participar. Abandonen el Yo. Regresen a la sociedad.