lunes, 24 de agosto de 2020

TV teacher

¿Y los maestros? 

-Roberto Zamarripa/Reforma/24.ago.2020

En lugar de estar al frente de la fila quedaron al final. En lugar de ser consultados fueron relegados. Su condición es frágil: varios sexenios les prometieron actualizaciones y capacitaciones digitales. Sabor a engaño. De enciclomedia a aprender a aprender o aprender en casa no resultaron los protagonistas. Ha dominado la burocracia y la grilla en tres sexenios y dos años del cuarto, el de la Cuarta Transformación. Encumbraron y luego encarcelaron a la lideresa Elba Esther; reprimieron y luego premiaron a la CNTE. Los capos sindicales que aprisionan y medran, extorsionan y someten no fueron útiles en el mejoramiento pedagógico, el reposicionamiento social y el fortalecimiento del liderazgo comunitario de los maestros.

Los maestros, otrora orientadores sociales, ejemplo de la niñez, estarán en casa viendo la televisión, lejos de sus alumnos y constreñidos a la línea burocrática que no fue capaz de construir un modelo alternativo.

 La pandemia, además de sus efectos devastadores en la salud, en el destrozo de las familias, en el empobrecimiento de la gente, aceleró muchos procesos que venían dándose y que terminaron por instalarse como definitivos. 

La cultura de la digitalización que modificaba paulatinamente muchos de los hábitos sociales impactó de lleno en el encierro. La niñez ya era convulsionada por la digitalización pero ahora le ha modificado severamente conductas e incluso afectado en términos de salud emocional y visual pero además ha ahondado las brechas socioeconómicas. Los accesos desiguales a internet e instrumentos tecnológicos para estar en línea -conforme la apuesta inicial de autoridades y escuelas- rezagó a millones de niños.   

Los maestros también resintieron sus desiguales accesos a las herramientas digitales pero en muchos casos generaron sus propias iniciativas más allá de las directrices burocráticas o los estorbos sindicales. Una buena cantidad de maestros buscaron a sus alumnos, intentaron recuperarlos en la distancia, conocieron sus entornos y aproximaron el conocimiento y la experiencia fuera de las aulas. 

¿Recopilaron las autoridades educativas todas esas experiencias de escuelas públicas y privadas y de maestros que en lo individual u otros colectivamente construyeron sus alternativas al encierro y la distancia?

La pandemia puso al descubierto el enclenque sistema de salud y también desnudó el precario sistema educativo. Retó a los maestros muchos de los cuales también son población vulnerable que padece las enfermedades que agravan riesgos al contagiarse de Covid-19. Pero no los doblegó.

Los investigadores Víctor Hugo Pérez y Pablo Gaitán advierten la urgencia de programas complementarios que traten de mitigar la desigualdad educativa. 

"La población de menores recursos representa uno de los mayores retos en caso de que las condiciones sanitarias impidan el regreso a clases. No sólo se encuentran en mayor riesgo por la crisis económica y sanitaria, sino que las niñas, niños y adolescentes en estos hogares está en riesgo de ver severamente comprometido su logro educativo, primero por la falta de recursos para continuar la educación a distancia de los infantes, segundo por la menor cobertura de las alternativas oficiales proporcionadas y por la falta de infraestructura (internet, libros o conocimientos de los padres) al inicio de la cuarentena. Es urgente que la SEP diseñe mecanismos complementarios para mantener a esta población en la escuela y evitar que sus aprendizajes se vean aún más comprometidos". (Faro Educativo. Inide. Ibero). 

Los maestros libres y participativos son claves en esa estrategia. Las escuelas organizadas que tengan autonomía para diseñar sus opciones según el entorno, la región, la relación con la comunidad de padres, aportarían bastante. Con herramientas y sin ataduras burocráticas pueden desarrollar alternativas pedagógicas que mitiguen la disfuncionalidad que provoca el encierro y la distancia.

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