-Nota de El Financiero, 29 ene 209
Las huelgas de las
maquiladoras en Matamoros, con el aumento del 20 por ciento de incremento
salarial y el bono anual de 32 mil pesos, son el principio del fin de la
paz laboral que vivió México en los últimos tres sexenios.
Pero el plato
fuerte está por venir: cuatro iniciativas del Congreso para reformar la
Ley Federal del Trabajo, la aplicación del Convenio 98 de la OIT y la
instrumentación del Capítulo Laboral del T-MEC.
Este viernes 1
de febrero inicia el periodo ordinario de sesiones de la LXIV
Legislatura y la agenda trazada por los diputados de Morena contempla
varios temas principales.
Apunte
seguridad ciudadana, combate a la corrupción e impunidad, justicia
social y desarrollo económico, además de aspectos que atañen
directamente a los sectores del trabajo, energía y pensiones.
Pero a dos
meses de iniciada la cuarta transformación, lo laboral presenta más
amenazas que certidumbres para el empleo, la inversión y la paz del
país. Expertos consideran que el siguiente es el saldo.
La reforma a la
Ley Federal del Trabajo tendría un sentido de izquierda antigua,
dándole gran poder al sindicalismo rancio a través del cual se lograría
el control político de Andrés Manuel López Obrador.
En la práctica,
Morena, que lidera Yeidckol Polevnsky, está ya en pleno trabajo de
formación de su sector obrero mediante el control de los expedientes
laborales de todos los sindicatos del país.
Las dos grandes
centrales, CTM y CROC, las están desmantelando a base de invitar a sus
sindicatos a formar parte del movimiento obrero de Morena y de quitarles
representación a nivel internacional.
El nuevo
régimen de la cuarta transformación estima que las huelgas (que desde
hace por lo menos dos décadas se han minimizado) son muy sanas para las
relaciones laborales y el crecimiento del país.
Está la
aprobación por parte del gobierno del Convenio 98 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), con lo que lograron libertad completa
de sindicalización con la posibilidad de contar con multisindicatos.
Las empresas
que no se inscriban al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que va
por 2.3 millones de 'ninis' a un costo de 40 mil millones de pesos,
serán sujetas a inspecciones.
Las auditorías las hará la Secretaría del Trabajo que comanda Luisa María Alcalde. Los becarios serán censados por el Instituto de Formación Política de Morena antes de ser enviados a las empresas.
El consejo de ese instituto está integrado por John Ackerman, Rafael Barajas El Fisgón, Paco Ignacio Taibo II y Pedro Miguel.
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