viernes, 6 de abril de 2018

Parafilia racista

Donald con papi, Fred Trump, en 1973, de quien heredó 300 mdd y una constructora inmobiliaria en Nueva York
¿Por qué Donald Trump nos tiene tanto miedo a los mexicanos? ¿Por qué nos asocia, en forma automática, con actos de "violación sexual" o, para él, con actos involuntarios de coito interracial? En inglés, violación sexual es rape (del latín rapidus, "rápido"). Que Donald fantasee con un mexicano -no con mexicanas; recuérdese que se refiere a nosotros como bad hombres- que lo viola a él o a sus mujeres blancas, ¿es una fantasía erótica victimista (ahora sabemos por el relato de Stormy Daniels, la actriz porno con la que tuvo relaciones íntimas, que a Trump le gusta ser azotado -i. e., estimulado en clave masoquista- en el trasero antes del acto), es un trauma por haber presenciado o escuchado sobre una violación sexual interracial? ¿Se trata de una fantasía o  de una historia contada/vivida por su padre (que desposó a una rubia escocesa, colaboraba con el Ku-Kux-Klan y se negaba a rentar departamentos a negros e hispanos), incluso por su abuelo alemán; es un miedo propio de Donald a raíz de un abuso, de parte de algún cadete de origen hispanoamericano, cuando fue inscrito (en castigo por portar una navaja) en un Colegio Militar? Coherente con la incesante voracidad constructora de su padre, a Donald ahora le urge construir un muro para taparse su patio trasero y evitar así, ser violado por una fálica caravana de bad hombres. Pero, erigir el muro llevará tiempo, de manera que Trump decidió enviar 4 mil soldados en función de guaruras a contener a los insaciables mexicanos que buscan violar su zona trasera.
 Anuario, 1964, de la New York Military Academy

No hay comentarios: