Alexander Litvinenko, era un ex agente de seguridad del gobierno. Previamente, se había distanciado del gobierno de Putin, lo que lo motivó a emigrar al Reino Unido. Murió en un hospital en Londres y antes de morir, acusó a Vladimir Putin de su muerte. Fue envenenado con Polonio 210 en el mes de noviembre de 2006.
Vladímir Golovliov. Era miembro del partido hoy
desparecido Rusia Liberal, fundado por el oligarca Borís Berezovski,
enemistado con Putin y exiliado en Londres desde que este llegó al
poder. Golovliov fue asesinado mientras paseaba a su perro en Moscú en
agosto del 2002. No hubo sospechosos.
Boris Berezovski, un multimillonario ruso, ácido opositor de
Putin y gran colaborador financiero de la oposición política en Rusia.
En un tiempo atrás, ayudó a Putin.
Murió "ahorcado" en su mansión en la ciudad de Londres, Inglaterra.
Valentín Tsvetkov. Gobernador de Magadán, en el
Extremo Oriente ruso, encontró la muerte en octubre del 2002, con un
certero disparo en la muy transitada calle Novi Arbat. El asesino, Martin Babakejián, se escondió en España hasta su detención en
Marbella en el 2006. Dos años después, un tribunal de Moscú le sentenció
a 19 años de cárcel.
Serguéi Yushenkov. Un pistolero le mató en abril
de 2003 al lado del edificio en el que vivía en Moscú. Formaba parte del
partido Rusia Liberal. Un año después, cuatro personas fueron
condenadas a prisión.
Yuri Shchekochijin. Diputado y periodista del periódico opositor Nóvaya Gazeta.
Había escrito sobre crimen organizado y corrupción. Murió en julio del
2003, según sus compañeros envenenado con talio. La investigación
finalizó en el 2009, sin resultados.
Paul Klébnikov. Era editor de la edición rusa de la revista Forbes cuando
en julio del 2004 fue abatido a las puertas de su oficina por varios
pistoleros, que le dispararon desde un coche. De nacionalidad
estadounidense, fue el undécimo periodista muerto durante la era Putin,
según el Comité para la Protección de los Periodistas. En el año 2006
los fiscales acusaron de organizar el asesinato a Jozh-Ajmed Nujáyev,
uno de los líderes de la mafia chechena sobre quien Klébnikov había
escrito. La investigación se reabrió en el 2009, pero hasta ahora no ha llegado a ninguna conclusión.
Andréi Kozlov. Era el subgobernador del Banco
Central de Rusia. Fue tiroteado en septiembre del 2006. Dirigía el
órgano regulador contra el lavado de dinero, que revisaba las licencias
bancarias. En el 2008 un antiguo banquero, Alexéi Frenkel, fue
sentenciado a 19 años de cárcel por organizar el asesinato después de
que su banco, VIP-Bank, perdiera la licencia.
Anna Politkóvskaya. Destacada periodista de
investigación y crítica con la política de Putin. Los criminales que
acabaron con su vida la siguieron hasta su casa del centro de Moscú. El
pistolero le disparó justo en el ascensor el 7 de octubre del 2006,
coincidiendo con el cumpleaños del presidente ruso. Los acusados,
Lom-Ali Gaitukáyev y Rustam Majmúdov, fueron condenados en junio del
2014 a cadena perpetua. Los sicarios se negaron a revelar quién les pagó por el asesinato.
Natalia Estemírova. Defensora de los derechos
humanos. En julio del 2009 fue secuestrada en Grozni, capital de
Chechenia. Los investigadores adjudicaron el crimen a un rebelde
checheno muerto un año después.
Borís Nemtsov. Ex viceprimer ministro en la época
de Borís Yeltsin, en el momento de su muerte, febrero del 2015, era la
figura más destacada de la oposición liberal al Kremlin. Un sicario le
disparó por la espalda cuando paseaba no lejos de la plaza Roja de
Moscú. El director del Comité de Investigación de Rusia, Alexánder
Bastrikin, aseguró ayer en una entrevista que publicó Rosískaya Gazeta,
que el asesinato está ya resuelto. Cuatro ciudadanos chechenos están
detenidos, y uno de ellos ha tenido relación en el pasado con el líder
checheno, Razmán Kadírov. Este, sin embargo, no fue interrogado.
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