jueves, 24 de febrero de 2022

Lo esencial

Análisis exprés | El peor de los escenarios

Por Claudi Pérez. El peor de los escenarios era un ataque masivo por distintos flancos, sobre objetivos militares e infraestructuras: el mundo ha amanecido esta madrugada con ese movimiento por parte de la Rusia de Vladímir Putin, acompañado de música de Wagner: el presidente ruso ha optado por acompañar los bombardeos con una retórica en la que habla de "nuestras tierras históricas", en relación con Ucrania. Los redobles de tambores bélicos siempre apelan al espectro invisible de la historia: siempre. Dos meses después, las advertencias de la OTAN y de EE UU se cumplen con brutalidad, con una guerra a gran escala a las puertas de Europa. El próximo movimiento es una batería de formidables sanciones por parte de Occidente a la altura de ese desafío, que va a acabar de un plumazo con las dudas de Italia, Austria, Hungría y las que podían quedar en Alemania después del giro que supuso paralizar el gasoducto Nordstream 2. Esas sanciones durarán años. Buscan ahogar financieramente a un país que tiene cabezas nucleares pero también una economía con un PIB similar al español.

Pero difícilmente esas medidas van a disuadir a Putin: el objetivo es minar el apoyo ciudadano del presidente ruso, según los analistas. La respuesta bélica occidental difícilmente estará a la altura de esas sanciones: Estados Unidos y Europa van a armar a Ucrania y van a apoyar a Kiev con dinero fresco, después de la inyección reciente de 2.600 millones, pero es improbable que vayan más allá; esta tarde despejará esa incógnita el presidente norteamericano, Joe Biden. Frente al apoyo occidental de Kiev, Moscú puede contar, en principio, con China, aunque también eso puede estar en el aire en función de los acontecimientos. Las sanciones provocarán también una respuesta rusa: probablemente controles a la exportación de alimentos y materias primas, y quizá cortes de gas, aunque eso está por ver; casi todo está por ver en estos momentos.

En el fondo, eso no es ahora lo esencial: lo esencial es esa primera agresión injustificada en suelo europeo desde hace 80 años. Y la guinda del tremendo crescendo de los tres últimos lustros: dos grandes crisis económicas, una pandemia brutal y un momento populista en medio mundo (los Trump, AMLO, Bolsonaro, Orbán e tutti quanti) que ahora palidecen al lado de esta guerra. Escribía Thomas de Quincy en La invasión de los tártaros que, llegados a mitad del camino que se habían dispuesto a recorrer y conscientes de la magnitud de los sacrificios que les aguardaban, los tártaros a las puertas de Europa tenían tantas razones para seguir como para volver atrás. Putin ha decidido seguir adelante y mete al mundo en una ratonera de tintes nihilistas. Nihilismo es destruir lo existente sin saber con qué sustituirlo: en esas estamos.

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