lunes, 26 de agosto de 2019

¿Nomás milando?

¿Es el fin del modelo Made in China?
-Luis Miguel González 
¿En qué punto estamos de la Guerra comercial entre Estados Unidos y China? Los que piensan que la guerra no ha comenzado, comparan el incremento de aranceles con una escaramuza; los que afirman que la guerra ya comenzó, explican cómo las sanciones comerciales se parecen más al lanzamiento de misiles comerciales. 

Escaramuza o intercambio de misiles, los expertos coinciden en que esta espiral de aumento de tarifas traerá una reducción en el volumen del comercio mundial y un incremento en el riesgo de una recesión global. También provocará el desmantelamiento del modelo Made in China, como lo hemos conocido. 

Este modelo, que nació en la década de los ochenta, convirtió a China en La Gran Fábrica del Mundo. Se caracterizó por el desarrollo de cadenas de producción o cadenas de valor que, en una primera etapa, vinculaban la investigación y desarrollo hecha en Estados Unidos con la manufactura Made in China. Con los años, se incrementó la interdependencia mutua y el modelo se volvió más complejo. China empezó a desempeñar más roles: inversionista en Estados Unidos; protagonista en investigación y desarrollo (acusado de espionaje industrial); mercado relevante para las grandes empresas de Estados Unidos y competidor feroz en los campos que definirán el siglo XXI, Inteligencia Artificial y tecnología 5G, imprescindible para el internet de las cosas. 

La época de oro de este modelo ha llegado a su fin. En el último año muchas empresas manufactureras, proveedoras de gigantes estadounidenses están saliendo de China y relocalizando algunas de sus plantas, principalmente en países como Taiwan, Indonesia e India. Las compañías tecnológicas chinas están buscando en Europa y Asia proveedores alternativos para reducir su dependencia de las tecnológicas estadounidenses. 

Las decisiones de Donald Trump acelerarán la tendencia hacia una reconfiguración de la Fábrica Global. Esta será de tal magnitud que equivaldrá a una ruptura de las cadenas globales de producción que conocemos ahora. Hay oportunidades para México, porque aquí se pueden producir muchas cosas que son Made in China dedicadas al mercado de Estados Unidos. Hay oportunidades para México, pero la competencia es tremenda. ¿Qué se necesita para convertir el Made in China en Made in Mexico?

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