sábado, 27 de junio de 2015

Don Étimo y 3 monos 3/ ¿3 valores fiables?

De izq a der: Kikazaru, Iwazaru y Mizaru (amplíese)
¿De dónde procede la popular imagen de tres changuitos tapándose respectivamente los oídos, la boca y los ojos? Del Japón, donde se les conoce en general, como Los Tres Monos Sabios (o místicos) y en particular, por sus nombres: Mizaru, Kikazaru e Iwazaru. Palabras niponas que se traducen de manera literal como: "no veas" (el mal); "no escuches" (el mal); y "no digas" (malas palabras). Es una enseñanza derivada de las máximas del filósofo chino Confucio (551–479 a. de C.). ¿Y cómo viajó dicho código moral de China a Japón? Con el escultor, un tal Hidari Jingoro que se había formado con maestros chinos, y fue asignado en 1636, para decorar el dintel del santuario de Toshogu, en la ciudad de Nikko, Japón (véase la foto). Pero, ¿por qué usar monos (en rigor, macacos) para representar preceptos morales? Porque se trata de un juego de palabras a partir de la terminación o sufijo:-zaru. En japonés antiguo, "mono" se pronunciaba saru (con "s") y mocosonaba igual que la terminación de las palabras mizaru, kikazaru e iwazaru. Así, brotó por asociación en el imaginario colectivo, la ahora famosa imagen de tres simios. Sin embargo, conviene destacar un matiz de contexto: aquello que en la cultura oriental simboliza sabiduría o prudencia, en un entorno occidental, cambia el significado. En efecto, "no oír", "no ver" y "no hablar" puede ser sinónimo de censura, carencia de libertad de expresión o de disimular; en suma, de "hacerse pato" antes que mono.
Cartón de Tom Cheney
Cartón de Warren Miller

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