#Twitter miente?
-18 dic 014, Carlos Loret de Mola
Ban Ki Moon desde la ONU exige la renuncia de Peña Nieto;
científicos de la NASA dicen que el ADN del normalista identificado en
Innsbruck fue sustituido; una mujer relata que la secuestraron tres días
unos narcos de Acapulco mientras cenaba con su novio en un restaurante
de lujo; aquí está la foto de los chavos de Ayotzinapa tendidos en el
suelo...
En la era digital, los profesionales del rumor han encontrado su mina de oro en las redes sociales. Cuando se vuelve "viral", el cometido se cumplió. Y muchos se lo tragan completo, otros parcialmente y en algunos, cuando menos, siembra una duda. Es, a fin de cuentas, política. Y desde las redes se hace política de la buena y política sucia. La hacen individuos que quieren participar y son espontáneos de una causa, pero también ejércitos pagados de rumorólogos. (...) Es común confundir los conceptos y hablar de Twitter como si fuera un medio de información, como si sus contenidos fuesen responsabilidad de una entidad o institución. Es simplemente un canal de comunicación con características y dinámicas propias. Por eso el título de esta columna es, digamos, tramposo o, ¿por qué no? mentiroso. Decir que Twitter miente es tan absurdo como decir que el teléfono miente. Así, no hace falta explicar la existencia de bots, trolls, oficinas enteras de personas pagadas por grupos de interés (políticos, empresariales) que tienen cada una 30 ó 40 cuentas y se hacen pasar por mucha gente, que consiguen posicionar trending topics a gusto de sus clientes. La propaganda tiene mil formas de aparecer, pegar y hacerse "viral". (...)
En la era digital, los profesionales del rumor han encontrado su mina de oro en las redes sociales. Cuando se vuelve "viral", el cometido se cumplió. Y muchos se lo tragan completo, otros parcialmente y en algunos, cuando menos, siembra una duda. Es, a fin de cuentas, política. Y desde las redes se hace política de la buena y política sucia. La hacen individuos que quieren participar y son espontáneos de una causa, pero también ejércitos pagados de rumorólogos. (...) Es común confundir los conceptos y hablar de Twitter como si fuera un medio de información, como si sus contenidos fuesen responsabilidad de una entidad o institución. Es simplemente un canal de comunicación con características y dinámicas propias. Por eso el título de esta columna es, digamos, tramposo o, ¿por qué no? mentiroso. Decir que Twitter miente es tan absurdo como decir que el teléfono miente. Así, no hace falta explicar la existencia de bots, trolls, oficinas enteras de personas pagadas por grupos de interés (políticos, empresariales) que tienen cada una 30 ó 40 cuentas y se hacen pasar por mucha gente, que consiguen posicionar trending topics a gusto de sus clientes. La propaganda tiene mil formas de aparecer, pegar y hacerse "viral". (...)
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