jueves, 19 de junio de 2014

Argos sobrevive en el pavo real

El pavo real que la esponjada 
cauda, a la luz, como áureos tules, 
abre, flabel de los azules 
ojos de Argos constelada. 

-F. Gavidia
El ocelo de la pluma de pavo real es azul al centro con ribete esmeralda sobre fondo café cobrizo.
El pavo real tiene relación con el mito griego de Argos, el gigante de los cien o mil ojos. Se dice que Hera, la mujer de Zeus, le pidió que custodiara a la sacerdotisa Ío, con la cual Zeus había tenido relaciones. La característica que permitía ser tan buen vigilante a Argos era que, mientras dormía, la mitad de sus ojos estaban cerrados y la otra mitad abiertos. Zeus, cansado de no poder acercarse a Ío, a quien había incluso metamorfoseado en vaquilla blanca para despistar a Hera, mandó finalmente a Hermes a liberarla. Así, el dios mensajero voló hacia la colina donde se encontraba Ío atada de una pierna/pata a la vista constante de los muchos ojillos de Argos. Situándose a espaldas del gigante, Hermes extrajo de su alforja la flauta de Pan cuyo dulce tañido logró hacer caer al instante todos los pesados párpados de Argos. En sueño profundo el ser colosal fue decapitado de un tajo por Hermes que liberó de ese modo a Ío. Cuando Hera se enteró, recogió todos los ojos de Argos y los puso uno a uno en la cola del pavo real. 

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