sábado, 10 de mayo de 2014

¿Por qué en mayo y por qué el 10?/ O del origen de una tradición



El festejo del Día de la Madre el 10 de mayo se debe a la estadounidense Anna Jarvis (foto); es decir, a una mujer -no a un hombre. Pero, ¿qué tipo de mujer? Se recoge el dato de que Anna fue la décima de trece hijos, siete de los cuales murieron en la infancia; ella quedó al cuidado de los hermanos supervivientes... y de su madre.
Anna-a-secas fue hija de Ann-Marie Reeves, una madre todo-terreno que además de llevar las riendas del hogar participaba en cuanta actividad a favor de la comunidad fuese posible, como por ejemplo, ofrecer su casa como hospital para soldados heridos durante la Guerra Civil de EEUU.
Doña Ann-Marie, en compañía de su hija Anna-a-secas, convocó a todas las señoras a colaborar en el mejoramiento de los servicios de la ciudad de Virginia y fundó con ellas el Mothers Day Work Club (o 'Club del Día del Trabajo de las Madres') que precisamente se reunía un día a la semana en la Parroquia Metodista para atender las necesidades de la comunidad. Los maridos se escabullían a sus trabajos pretextando no tener tiempo para servicios filantrópicos. Pronto, la ciudad se regía por un matriarcado, a la cabeza del cual se encontraba, girando instrucciones a diestra y siniestra, Mrs Ann-Marie Reeves, la Madre de todas la batallas de la comunidad.
Al fallecer doña Ann-Marie, un 9 de mayo de 1905 (segundo domingo de mayo entonces), su hija Anna-a-secas Jarvis juró realizar lo que ella interpretó como el sueño de su mamá: establecer de manera oficial en todo EEUU, no sólo el Mothers Day Work Club sino... el Mother's Day. Es decir, decretar un día especial, precisamente el segundo domingo de mayo cuando murió su madre, en el que se recordara no sólo la labor de su progenitora y las señoras del Club, sino la labor de todas las madres. 

Así, Anna Jarvis lanzó una campaña nacional de recolección de firmas a favor de establecer el Día oficial de la Madre, lo que la llevó hasta el Congreso en Washington y finalmente, a la Casa Blanca. Anna entregó una carta con miles de firmas al Presidente Woodrow Wilson quien de su puño y letra firmó, en 1914, estableciendo así el decreto oficial que proclamaba el Día de la Madre el segundo domingo de mayo (que casi siempre cae en 8, 9 ó 10).
México, enterado del decreto presidencial gringo, también escogió -casualmente coincidió en la selección- el mes de mayo para festejar a las madres mexicanas. Pero, para organizar bien la publicidad, los comerciantes (sobre todo, de restaurantes, florerías y reposterías) propusieron dejar bien fijado el día -nada de domingos móviles y billetes volátiles- para fijar bien las ventas. Se recuerda así, el gigantesco pastel de Sanborn's para "las cabecitas blancas" con la actriz doña Prudencia Grifell cortando la primera rebanada.
Paradojas de la vida: Anna Jarvis, la abnegada hija, la creadora del Día de su Madre, nunca fue mamá, pues se le fue la vida ("no tengo tiempo para noviazgos"), y su fortuna, en realizar el sueño de Mrs Ann-Marie Reeves, la madre tenaz.
Por cierto, al marido de Mrs Ann-Marie Reeves, padre de Anna-a-secas, nadie le preguntó su opinión.

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