martes, 4 de febrero de 2014

La culpa la tiene Cupido

 Amore Vincet Omnia (el amor lo vence todo), 1601, Caravaggio (amplíese) 


El amor es dar lo que no se tiene a aquel que no lo es/
Lo que le falta a uno no es lo que está escondido en el otro
 -J. Lacan  
Es menester diferenciar el enamoramiento del amor. El enamoramiento es ese momento de impacto, de flechazo, en el que aparece la absoluta seguridad de que se encontró lo que se buscaba. 
El flechazo de Cupido así, nos conmueve, porque imaginamos o creemos detectar en la otra persona aquello que a nosotros nos falta, por eso nos apresuramos a tomarlo. Como al otro suele ocurrirle lo mismo, nos encontramos conque también se nos acerca buscando lo que cree que tenemos, ofreciéndonos lo que a él o a ella le falta (el enamorado advertirá en el otro rasgos representativos de algunos de los personajes claves de su historia infantil y de pubertad -la figura paterna, materna, abuelos, tíos, hermanos, primos...). Del encuentro entre ambas carencias, surgen los primeros malentendidos. Pues un encuentro de dos carencias, en realidad es un desencuentro. De cómo sean reveladas, manifestadas, interpretadas y reelaboradas las carencias de cada miembro de la pareja, dependerá entonces la estabilidad del amor. (Adviértase que el deseo empuja en ocasiones a la persona neurótica no a buscar resolver y suplir aquello de lo que careció en sus primeros años, sino a engarzarse con alguien que le re-presente las mismas dificultades que experimentó en su etapa infantil.) El enamoramiento se transformará en amor si la pareja logra ir elaborando el desencuentro. 
-S. Rodríguez, en El laberinto del en(amor)amiento

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