viernes, 4 de enero de 2013

Cuento para contar en luna llena

-Hubo una vez un león tan, pero tan grande que alcanzó a morder la luna llena; en castigo los dioses convirtieron los colmillos del feroz felino en florecitas tan suaves que se deshacen de un soplo
-O sea, ¿nosotros, mamá? (MFM)

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