jueves, 24 de enero de 2013

Cassez llega al aerpouerto de París


Sebastien, el hermano, acompañado de su pareja, acude a recibir a Florence
Franqueada por su abogado (que habría que bañar y rasurar), por un lado, y Laurent Fabius, ministro de Relaciones Exteriores de Francia, por otro, Florence Cassez llegó a reunirse con su madre, vale decir, con la lengua materna: el francés. No cuesta imaginar lo que supone vivir siete años en un lugar donde la lengua materna está ausente y sutituida, en este caso, por el español en su vertiente mexicana, y en versión defeña. Así, en la medida en que a Florence se le linchaba a mentadas en México, del otro lado del Atlántico, en París, la acogían y arropaban los suyos en la lengua materna francesa. Dos culturas, dos lenguas, dos continentes enfrentados por un error jurídico-político cometido en México. Inútil entonces, por ineficaz, tomar partido envolviéndose en banderas y discursos ultranacionalistas como si se tratase de un partido de futbol entre mexicanos y masiosares franceses.

No hay comentarios: