domingo, 18 de marzo de 2012

Tiendita

Louis-François Cartier no era hombre de negocios, pero...
En 1847, en París, el relojero Louis-François Cartier, aceptó a regañadientes -pues el buen hombre prefería dedicar su tiempo a componer y desentrañar mecanismos de relojes- la joyería que le heredó su maestro Adolphe Picard, tallador y diseñador de joyas que, de haber insistido en la marca, ahora se hablaría de joyas Picard en vez de Cartier. Nadie sabe para quién trabaja. El caso es que el negocio-taller fue reorganizado por los tenaces y ávidos juniors, los hijos del relojero: Louis, Jacques y Pierre Cartier hasta convertir la tiendita de bisutería en toda una empresa mundial símbolo de elegancia y lujo. Este año, Cartier celebra 165 años de vida con 'La Odisea de Cartier', cortometraje dirigido por Bruno Aveillan. La protagonista de la cinta es una pantera moteada que desde la década de 1930 es símbolo de la casa joyera. La pantera es un pequeño homenaje a Jeanne Toussaint, la guapa y sinuosa colaboradora de la firma a quien su jefe Cartier apodaba así por implacable: en cuestiones de trabajo nomás -se supone- sin murmurar. El corto lleva al espectador a un viaje desde la primera tienda Cartier, ubicada en la rue de la Paix, corazón parisino de la elegancia y el derroche sin pizca de culpa, pasando por la Rusia zarista, la China de los mandarines y la India de los majarás y pachás, hasta retornar al Gran Palais de la capital francesa, donde la modelo Shalom Harlow aguarda al leopardo. De no interrumpir allí la travesía, la pantera de motitas hubiese llegado de puntitas al mercado San Juan de Dios, sede de los piratas Cartier. Grroar.



El aviador pionero que aparece en el corto, es el brasileño Alfredo Santos-Dumont (1873-1932), junior heredero de las empresas cafetaleras de su familia, educado en Francia y amigo de Louis Cartier ante quien se quejó de la molestia de tener que quitar las manos del volante del avión para ver su reloj de bolsillo. Cartier diseñó de inmediato el cuadrangular reloj de pulsera (hasta entonces, los hombres usaban reloj de bolsillo y sólo las mujeres llevaban reloj de pulsera).

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