martes, 6 de marzo de 2012

¿Melo(drama)juras que me odias, pero me amas?

El 27° Festival Internacional de Cine en Guadalajara (pronúnciese FíCeGe, aunque vendría mejor FíJeCe: Festival Internacional Jalisciense de Cine) ofrece como tema central el género del melodrama. Pero, antes de confesarte que te he amado siempre en secreto aunque me desprecies, antes de cortarme las venas con un borrador, te lo suplico, grítamelo en el rostro: ¿qué es un melodrama?

Melodrama: Obra teatral, cinematográfica y literaria en que se exageran toscamente los aspectos sentimentales y patéticos, y en la que se suele acentuar la división de los personajes en moralmente buenos y malvados, para satisfacer la sensiblería vulgar. //Narración o suceso en que abundan las emociones lacrimosas.
-definición del Diccionario de la Real Academia de la lengua Española.

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"Se afirma siempre el carácter estructural de la pobreza, y el que no acepta un enunciado tan determinista parece negar la historia. ¿Alguien, fuera de los utopistas más deslumbrados o menos lógicos, imagina una América latina sin pobreza y miseria? La escritura en la pared: se nace pobre porque el padre y el abuelo tienen ese origen y a los hijos les toca ese camino, lo avalan el feudalismo de una larga etapa y el capitalismo salvaje. Confórmate, individuo de las clases populares: si te mueves de tu lugar te vas a otro idéntico... Ah, y no intentes la fuga a través del narcotráfico. Lo único que lograrás es morir más joven y no en un buen estado de salud. Todos están enterados: si se es pobre lo natural es sufrir, si se es rico lo natural es engañarse pensando que la felicidad existe. Afirman cada uno a su modo, presidentes de la República, altos funcionarios, jerarcas eclesiásticos, empresarios, jefes policíacos, tradicionalistas eminentes: Dios hizo al mundo con tal de dividirlo en machos y hembras (naturalmente sometidas), en ricos y pobres, en impunes y delincuentes menores en la cárcel o la fosa común. Y la pobreza es un hecho "estructural". Al aceptarse la fatalidad de la pobreza se suprimen hasta lo último el libre albedrío, la solidaridad, la inteligencia, la rebeldía, la organización de la voluntad igualitaria, y se aceptan también la desigualdad y la injusticia como propias del deber ser de las sociedades; de nuevo el melodrama." (...)
"La Historia —la visión escolar de la Historia, todavía predominante— es una de las grandes matrices del melodrama ("Si al país le ha ido como le ha ido, ¿por qué a mí no?"), y su divulgación en la América latina del siglo XIX asume el esquema cristiano y le da forma laica. Los héroes dan su vida por los demás y se dirigen con paso firme al cadalso o al fusilamiento porque saben que han de resucitar en la gratitud de sus compatriotas. Lanzan sus últimas palabras casi literalmente desde el Calvario. La comunidad nacional se ve integrada por el Estado o, mejor, por el gobierno, por el conocimiento de la Historia (el que se tenga), por la literatura (los poemas y los libros "de cabecera", nunca demasiados), por las canciones populares (se es lo que se cante "desde el corazón") y, de modo predominante, por el cine y, a fragmentos, por la TV. Viendo películas mexicanas, argentinas, brasileñas, su público aprende a ser nacional, categoría imprecisa o fantástica, y si la historia popular es espejo selectivo de héroes como dioses y de tragedias como anticipos o resúmenes de la vida personal, el cine es un espejo permanente, al menos hasta la nueva consolidación del cine norteamericano, tras la Segunda Guerra, que vuelve a disponer de la titularidad de los sueños. ¿Qué nacionalidades se forman? Las que ya estaban, las de la escasez y el autoritarismo y los fracasos democráticos y las carencias, y las que el melodrama no impide: la de solidaridad pese a todo, la voluntad de protesta, la comunidad en los márgenes, el gusto por lo periférico que las metrópolis no tocan." (...)
"Lo propio de los personajes del melodrama son los gestos de dignidad y abatimiento y las sentencias rotundas que se repetirán en las parroquias. El melodrama es como un correctivo de la mentalidad familiar. Por la intercesión del melodrama, el público de los siglos XIX y XX acepta devotamente la justificación del "fracaso en la vida". Si nunca triunfé, puedo rehacer mi felicidad observando las historias de los que zozobran en la infelicidad y sin embargo no abandonan el gozo del alma. La dicha por la desdicha ajena... en la telenovela, el cine y la Nota Roja.

-Notas sobre el melodrama de la Historia y viceversa, de Carlos Monsiváis

1 comentario:

elexploradordeloreal dijo...

Las Señales Furtivas.

La historia de siempre:
una vereda
larga, larga, que luego se abre
en dos sendas,
y el dubitativo gesto que no atina
con la buena.

¿Tomamos la izquierda compañera mía,
o la derecha?...

¿Qué más da seguir adelante
cuando ya la noche se acerca?...
¡Quedémonos ambos bajo de esta sombra y sobre esta piedra!

¿Qué más da un camino que el otro?...
Pero, si te empeñas,
¡vamos al acaso, compañera mía,
por cualquiera!

Enrique Gonzales Martinez.