sábado, 12 de noviembre de 2011

- Punto número 1... Un momento, ya olvidé el 2



Para dar la impresión de que se posee una mente ordenada o estructurada, muchas personas -sobre todo al hablar en público- recurren a la enumeración: de factores, de hechos, de ejemplos, de propuestas, etcétera. Como si la mera acción de enumerar, contar con números o pronunciar la secuencia de cifras: 1, 2, 3... fuese ya toda una proeza intelectual. En realidad, es un truco que pone por delante la carreta y detrás... que la alcancen los bueyes; esto es, no se tienen las ideas aún, pero se pretende impactar con su enumeración (como si con ello se forzara mágicamente la memoria). Es un recurso retórico de ilusión de orden. La mayoría de las veces se clasifica o segmenta una sola idea; pero las más de las veces, se está improvisando sobre la base de una carencia o un vago recuerdo. Incluso, al enumerar, se gana tiempo mnemotécnico (caramba, ¿cuáles eran las tres ideas? ¿Eran tres? Mejor las dejo en dos); pero se hace evidente que quien así enumera lo que posee es más bien, una mente desordenada, atiborrada de datos que no se han comprendido bien; o que francamente, es demasiado simple que no tiene más remedio que impresionar... enumerando.
Así, un ejemplo del uso retórico de la enumeración en falso, lo protagonizó Rick Perry, actual gobernador de Texas, en un debate público, el pasado 9 de noviembre en Detroit, como pre-candidato republicano a la Casa Blanca. "Me propongo eliminar tres agencias de gobierno: Comercio, Educación y..., y..." ¡Ups, olvidó la tercera! (Mitt Romney, otro pre-candidato, le sopla: "EPA" o Enviromental Protection Agency, pero Perry dice que no se trata de esa; el ruquito de al lado, el pre-candidato Ron Paul, otro que blofea enumerando, afirma que él desaparecerá no 3 sino 5). ¿Qué sucedió? Perry quizá recordaba que en las tarjetas que le proporcionaron sus asistentes había la propuesta de recortar dependencias gubernamentales, pero tal vez nunca comprendió el sentido, la idea -¿por qué, para qué?- de suprimir oficinas de gobierno. Perry prefirió recurrir a la enumeración (ganaba tiempo para recordar e impresionaba con su mente ordenada), pero puso el 3 por delante como carreta... y llegó un buey; llegaron dos bueyes; y el tercero, el tercero... fue él.

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