Hace ya cinco años, el 9 de agosto de 2006, Cecilia Márquez instauró una forma original de protesta en pleno centro tapatío, en la Plaza de la Liberación, a espaldas de Catedral, al despojarse de sus ropas así como despojaron de votos a AMLO, según se dijo entonces. Con la metáfora a flor de piel, muchos se preguntan ahora si Cecilia estaría dispuesta a repetir tal hazaña en el 2012, en el supuesto caso en que de nuevo participase AMLO (recapacitad -gime el eco generacional-, ahora va Ebrard) y una vez más, las urnas provocaran, por centésimas, el naufragio de la certidumbre en el proceloso mar electoral.
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