España recibe al Ratzinger

"De mis impuestos a la Iglesia, cero" se lee en un cartel de la manifestación de laicos. Se oponen a que el Estado español derive impuestos al sostenimiento de la jerarquía católica y en especial, a las Jornadas de la Juventud Católica que concluyen con la visita del dictador del país Vaticano. Pobres gachupines: les faltó un Benito Juárez en su historia.

Como en manifestaciones tapatías contra subsidios a Suntuarios cristeros o reconocimientos empanizados a curas por parte del gobierno, en España se rechaza el desplante de poder del Papa -con papamóvil y séquito de guaruras-, que encima de ser subsidiado, limosnero con garrote, eructa sermones contra el gobierno socialista de Zapatero.
"No estoy de acuerdo con la visita de ningún Papa ni de ningún líder religioso. Tenemos derecho a la religión que queramos, pero no a que nos la impongan. La religión católica es una mafia mundial. Utilizan la fe para nutrirse de ignorantes", opinaba David Pintos, comerciante de 38 años. Junto a él, Miguel, oficinista de 37 años, asentía. "No nos gusta la visita porque utiliza fondos públicos, edificios públicos y obliga a trabajadores a ponerse al servicio de este señor alemán". (Público.es)

Alusión a la pederastia como pecado venial en el caso de sacerdotes

"¿Para qué necesitamos tantos curas y tantas iglesias; tantos conventos y tanto prelado? Con la mitad de edificios religiosos abiertos para que las cuatro beatas vayan a ver a su cura preferido basta y sobra. La otra mitad convertirlos en museos o algo por el estilo." (vía Twitter de laico)