El tramposo del as de diamantes, 1624, Georges de la Tour
(oprímase en la imagen para ampliar y observar los detalles)
La Señora del castillo se encuentra al centro de la mesa. Presta atención a su doncella que dizque le ofrece un licor cuyo color es una pista. A la izquierda, el paje extrae del cinturón, a sus espaldas, dos barajas -incluido el rojo as de diamantes-, mientras con la mano derecha oprime el pulgar sobre una de las cartas que la discreta invitada advierte, a la derecha de la escena, como una señal. La invitada a su vez, abre sus cartas -¿revela al paje la que le hace falta?- con los pulgares. Después de todo, es la dama del tocado con gran pluma naranja, quien hasta ese momento del juego, posee la mayor cantidad de monedas de oro; es decir, va ganando y es la más desplumable. Pero la Señora del castillo no deja de ser la Primera Dama y por ende, la más rica. Se trata así, de un juego, pero de poder. Como la política, por cierto. Los ojos y los dedos de los cuatro personajes son claves para describir la intensa comunicación no verbal y el tenso duelo de complicidades en curso.
4 comentarios:
su, ¿y como le hago para invitarte salir?
el curador, obvio
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