jueves, 10 de marzo de 2011

Monolito de 2001

Al Mauricio


El escritor británico de ciencia ficción o -como a él le gustaba denominarse-, el místico de la ciencia y la tecnología, Arthur Charles Clarke, con ese rostro de gerente de Sears, murió un mes de marzo de 2008, a los 90 años de edad, en su casa de Colombo, capital de la isla de Sri Lanka, la famosa lágrima de la India. Clarke fue un vigía obsesivo del futuro, al grado de que, en 1948, predijo que el hombre llegaría a la luna... ¡en el año 2000! Fue ridiculizado y linchado mediáticamente. Pero hubo quien lo tomó en serio: Stanley Kubrick que aceptó realizar un texto junto con el autor, que culminaría en novela y luego en película: 2001: Odisea del Espacio, en 1968. Se "estrenó" en Guadalajara diez años después, en 1978, en la sala de cine Charles Chaplin, entonces en avenida López Mateos y José María Vigil (donde aún se encuentra el departamento que compartí con un amigo norteño, de Durango). Recuerdo una sala atestada, pues la cinta llegó precedida de una intensa campaña publicitaria que la presentaba como "cine difícil", "cinta del futuro" o "cine de culto". En la enorme pantalla, con la novedad técnica del sonido sensorround, contemplamos absortos las escenas que hoy en día ya son clásicas. Al salir de la función, entre hordas de estudiantes y maestros que cruzaban López Mateos, mi mente buscaba afanosamente una interpretación posible para el monolito que aparece de manera sucesiva en momentos cruciales de la película. Y de pronto, click: "se trata de la inteligencia humana", pensé en voz alta, "pues cada vez que surge, la humanidad avanza". Mi amigo duranguense, de quien yo tenía en alta estima su juicio intelectual, prosiguió el razonamiento: "y llega el momento en que la inteligencia (el monolito) desentraña el misterio de la muerte y el protagonista renace". Reímos complacidos como niños que sin pretenderlo, descubren un truco de magia. Pero, presuroso, mi amigo volvió a tierra, pues le urgía llegar a cenar al puesto de tacos, junto a las famosas aguas frescas de enfrente del cine. Por supuesto, los profesores jesuitas del Iteso veían en dicho monolito, la representación de la idea de dios. No obstante, en el año 2000, Arthur C. Clarke reveló en una entrevista, que él era ateo y no creía en la vida después de la muerte. A la distancia del estreno, ahora no en 2001 sino en 2011, ¿qué significa el monolito? Conviene repasar la bellísima Odisea del Espacio.

8 comentarios:

fandedarwin dijo...

Gracias Dn. Falcón por compartir la experiencia de estimulantes experiencias, y de su reeditación actual ante el aniversario de la desaparición de A. C. Clark. En su nota menciona que los profesores jesuitas veían, por supuesto, en el monolito la representación de la idea de Dios. Yo "supongo" que la idea del Dios cristiano, pero además que me parece tautológico, pues idea y representación, es lo mismo,representan un objeto, por lo general existente y concreto. Clark, se confesó ateo, y los seres que se observan en el escenario que representa la inteligencia del hombre, son más bien peludos, aun no logran la postura ergida, pero oh, ¡milagro!, logran oponer el dedo pulgar al resto de los que componen la mano, con lo cual logran manipular objetos, herramientas, hecho este, que por supuesto evitarán incluir en la plática los "profesores jesuitas". Pues como sabemos, para ellos, el hombre es creación directa, hecho a la medida y a semejanza de su creador, solo que, muy importante...nada de sabio, nada de a semejanza de su creador, más bien condenado a la ignorancia, sometido y en ocasiones desobediente y pecador. Nada de inteligente, eso no le gusta a su creador, solo hay que recordar la única prohibición, cuya desobediencia le ha costado caro y nunca terminará de pagar: ¡no comer del fruto del árbol del conocimiento! Por último le diré que un profesor no adoctrina,su pensamiento busca quedar libre de prejuicios. Gracias por el espacio y por leer esto. Saludos a Bru.

Duermevela dijo...

No es el monolito, es el recuerdo del monolito en la hora del ocaso, (no sabemos si de la tarde o de la mañana)
Es la puerta que se abre, la repetición infinita de la imagen reflejada en varios espejos.

cuentacuentos dijo...

Atención Su, ¿de dónde sale tu intérpretación del significado del monolito como símbolo del orden, si es el preciso momento en el que empiezan a aparecer los muertitos de acuerdo a la voluntad del más fuerte y las leyes que ponen orden,o por lo menos lo pretenden, aparecen siglos después? Caray Su,como es eso de que el monolito reestablece el orden, pues como para cuándo será eso,ya empiezo a dudar que alguna vez lo hubo, despuesito de la expulsión del paraíso,en cuanto los primeros hermanos tuviero fuerza suficiente, ya sabemos que uno le dió un quijadazo al otro de tal suerte que mermó de manera muy significativa el censo poblacional del momento. En ese entonces se reducía a cuatro,menos uno, el primer muertito, que murió por voluntad de su propio hermano.¿que dices al respecto Su?

Anónimo dijo...

Falcón, dice que el monolito desentraña el misterio de la muerte ¿Qué te parece la idea?

Su dijo...

Anónimo, La preocupación de kubrick, en Odisea 2001, no es la muerte sino (la duda) el origen y el futuro. El monolito es la representación de lo incognoscible, dejo un par de ligas sobre la realización de Odisea 2001 con opiniones de Scorsese, Allen, Spielberg.
Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=y0pOfzI4di0&feature=related
Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=ZgoByf2r1zw&NR=1

Anónimo dijo...

y cuando los cuestionamientos no están formulados correctamente, cuando no encontramos la respuesta o cuando el razonamiento lógico no logra establecer inferencias y deducciones, entonces podremos acudir a la más sencilla y fácil de todas las respuestas: la idea de Dios.

Anónimo dijo...

¿cual idea de dios?

Chino dijo...

Conviene repasar El fin de la infancia, que por cierto Stanley Kubrick quería hacer su película de este excelente libro, pero por cuestiones de presupuesto decidió, junto con Clarke, adaptar un cuento corto y hacer 2001.