jueves, 3 de marzo de 2011

Clasificación

Si algo bueno nos puede quedar de la guerra laberíntica de felipito contra el narco, es al menos, incrementar nuestra información sobre las tan satanizadas drogas ¿Qué es droga, por cierto? "Quien busque objetividad -advierte Escohotado- se cuidará de no mezclar ética, derecho y química". Del mismo autor, conviene considerar la siguiente tabla de referencia.

Una clasificación funcional

Las drogas psicoactivas se pueden clasificar con arreglo a muy distintos criterios. El creador de la psicofarmacología moderna, L. Lewin, habló en 1924, de cinco tipos:
1) euphorica (opio y sus derivados, cocaína, etcétera)
2) phantastica (mescalina, marihuana, beleño, etcétera)
3) inebriantia (alcohol, cloroformo, éter, bencina, etcétera)
4) hypnotica (somníferos y barbitúricos)
5) excitantia (café y cafeína, tabaco, cat, cola, etcétera)

-Aprendiendo de las drogas (usos y abusos, prejuicios y desafíos), Antonio Escohotado, editorial Anagrama

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Las drogas no pueden ni mostrarse ni mencionarse siquiera en la TV regular ¿Cómo carajos van a ser discutidas de manera inteligente?

Anónimo dijo...

Tal como lo dijo, en su momento, Monsivaís, ¡que las drogas se legalicen! eso no pararía las matanzas actuales, por supuesto, pero por lo menos serían por otros motivos... quizá ¿el mantenerse en el poder? sepa... ¿que dice ud.?

Anónimo dijo...

Requiem por un sueño

el maestro dijo...

Já, esa es "la" escena.
Dónde fue que leí de una partida de ajedrez que dura siglos. Ah, ya me acordé:

"La noche del catorce de marzo de 1939, en un departamento de la Zeltnergasse de Praga, Jaromir Hladík, autor de la inconclusa tragedia Los enemigos, de una Vindicación de la eternidad y de un examen de las indirectas fuentes judías de Jakob Boehme, soñó con un largo ajedrez. No lo disputaban dos individuos sino dos familias ilustres; la partida había sido entablada hace muchos siglos; nadie era capaz de nombrar el olvidado premio, pero se murmuraba que era enorme y quizá infinito; las piezas y el tablero estaban en una torre secreta; Jaromir (en el sueño) era el primogénito de una de las familias hostiles; en los relojes resonaba la hora de la impostergable jugada; el soñador corría por las arenas de un desierto lluvioso y no lograba recordar las figuras ni las leyes del ajedrez. En ese punto, se despertó. Cesaron los estruendos de la lluvia y de los terribles relojes. Un ruido acompasado y unánime, cortado por algunas voces de mando, subía de la Zeltnergasse. Era el amanecer, las blindadas vanguardias del Tercer Reich entraban en Praga."
Ficciones.

Anónimo dijo...

Parece que es como escribe el autor de la risa y el olvido. Solo que me olvidé.

Anónimo dijo...

La risa y el olvido (Kundera)...qué buena sugerencia.
Al que crees que se parece es Borges.