jueves, 31 de marzo de 2011

Apostilla breve: falacia

Conviene dilucidar una falsa noción que ha gozado de cierta popularidad: la de inteligencia emocional. El psicólogo y divulgador científico Daniel Goleman acuñó dicho término en 1989, para dar cuenta de las conductas conflictivas o problemáticas que impedían a los empleados de oficinas desempeñarse con éxito en la convivencia diaria en el ámbito de trabajo. Goleman sustituye con las palabras inteligencia emocional la habilidad de socializar. Pero en realidad, la inteligencia no requiere adjetivos sino objetivos. Así, saber comunicar sentimientos, compartir afectos con certeza, entender estados de ánimo, es la acción de aplicar la inteligencia al campo de la emotividad a fin de disminuir el analfabetismo emocional. ¿Cómo se siente?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo he conocido gente muy culta e inteligente que carece de empatía a tal grado que acaba por parecer hostil ante quienes no los conocen.

Yo creo que sí existen diferentes áreas de aptitud cognitiva (hay gente con un verdadero don para las matemáticas que no sabe hablar, mientras que hay poetas y lingüistas a los que ya se les olvidó cómo dividir). Lo que no sé es si la comunicación no-verbal sea una de ésas áreas innatas o si es cosa de educación.

Anónimo dijo...

Parece que la subjetividad de la comunicacion es enorme,puede parecer que haya gente introvertida,que en realidad siente que no se le escucha,mucho tiene que ver la falta de lenguaje,no solo en la expesiòn sino tambien en la audiciòn