sábado, 4 de septiembre de 2010

Resoplar


Las religiones orientales, provenientes de China, Japón o la India, cobraron gran prestigio y difusión durante la contracultura hippie de los sesentas. Hoy en día, incluso, a falta de novedades no digitales, se habla de un retorno de algunos aspectos del hippismo, aderezados con ecologismo y turismo nómada (el Viaje por el Viaje o la fe, ya-que-los actores-no-podemos-cambiar, en los constantes cambios de escenario). Así, toda clase de disciplinas corporales fueron aceptadas acríticamente -el uso de la razón fue visto como estorbo, deformación o defecto- y se les otorgó de inmediato un poder mágico como ejercicios liberadores, en realidad, desestresantes -verbigracia, el yoga es visto como panacea de la higiene corporal- para los habitantes de entornos neuróticos urbanos en las sociedades occidentales. El dogmatismo paranoico y autoflagelante de la religión católica ahuyentó a la mayoría de los jóvenes que abrazaron lo simple y exótico -"es tan claro el mensaje porque procede de un lugar tan lejos y tan diferente de mi casa"- como "sabiduría milenaria". Bien, dentro del sincretismo orientalista o coctel de creencias, hay de todo en la viña de Gurulandia. Entresaco ahora la que atribuye a la respiración y la fonética poderes sobrenaturales, al grado de -se asegura- transformar urbanosaurios de cemento en costales de plumas. Es el caso de los mantras, palabras o sílabas que se repiten machaconamente como oraciones, mientras se lleva el ritmo con la respiración. La más famosa es la conocida como OM (el amén de misa, pero repetido hasta lo zombie), la "sílaba sagrada", pues en cada jaloncito, inhalar, se crean mundos, exhalar. ¿Etimología de OM? MFM.

7 comentarios:

Gervaxio dijo...

Seguimos con el tema de la manzana prohibida. Efectivamente, el caso es "no pensar", la repetición del "om" (QUE TIENE CATEGORÍA DE SAGRADO EN LA INDIA), tiene un efecto adormecedor, y tal vez, hasta hipnótico. El horror de la guerra, con sus múltiples muertos y mutilados tiene su efecto; la guerra, me parece que sólo la quieren los que de ella hacen negocio y ven engrandecer los contenidos de sus arcas. Por tanto, los jóvenes de los sesentas y pienso que los actuales, también, acuden a múltiples formas de evasión, el yoga, la "yerba" o las múltiples formas que toma el amor, incluso en "anónimo". Sólo habrá que recordar que el lema de los hippies rezaba "haz el amor y no la guerra". Saludos, y gracias por la molestía de leer esto, es solo mi opinión, no creo que sea la única, ni la verdadera. sólo pienso que la amenaza de la guerra ya está a la puerta de casa, la MUNDIAL, a la vuelta de la esquina. Salud y larga vida.

Beatriz Andrade dijo...

¿El Yoga una forma de evasión? Estoy de acuerdo, si a evasión de la Māyā te refieres.

Anónimo dijo...

DRA. BEATRIZ:
oye doctora bety, tu que sabes tanto del tema, ¿los "resoplidos" del mantra, la kundalini mazacuata, la energia cómica de los chakras...y todo eso...¿ de alguna manera tienen que ver con el prángana de Falcón?

saludos a todos

Anónimo dijo...

Gran Verdad 1 - El yoga viene en sabor clásico y también hay sabor light desmistificado; toda la acción desestresante, pero sin la religión.

Gran Verdad 2 - La flexibilidad corporal y la disciplina de autocontrol cardiorespiratorio que enxhiben algunos ascéticos tibetanos son trucos documentados y bastante impresionantes, pero no son superpoderes. Si quieren superpoderes místicos mejor recuerden las enseñanzas de Kalimán y usen el poder de la serenidad y la paciencia (muy útiles hoy en día).

Gran Verdad 3 - Si tus gurús cobran y dan conferencias en un hotel donde te venden sus DVDs y CDs a la salida, no son realmente iluminados (nomás vivillos)

Anónimo dijo...

no le digan prángana a Falcón

Anónimo dijo...

y a Beatriz no le digan Bety, jajajaja

ross dijo...

Manuel, que interesante tu análisis sobre estas filosofías que NO han pasado de moda.... me quedo con la última linea del artículo, eso si es real.