El ángulo de visión lo es todo en cuanto a apreciación de la realidad.
Ayer me trepé en la canastilla de una de las grúas pelícano que trabajan en la construcción de una descarada torre de condominios sobre avenida Chapultepec. Y como niño héroe me arrojé al vacío, pero con la mirada. Comprobé que la imagen del monumento a los Niños Héroes (con la Madre Patria en la puntita) al final de la avenida, difiere muchísimo según se le contemple desde la claustrofobia de un automovilista, desde el ángulo a ras de peatón... o a vuelo de pájaro-carpintero-constructor con permisos y autorización transados, caray.
5 comentarios:
Tienes toda la razón. Esa vista (en la foto) no tiene nada de placentera...
Piensa positivamente, MF:
A tí ya no te va a tocar el inexorable momento en el que el cerro que se aprecia hasta el fondo se llene de ciudades perdidas que rematen el cuadro que retrataste.
Tienes toda la razón, que impresionate el ángulo, creí en inicio que estabas en otra ciudad.
Pero últimamente, Guadalajara es una ciudad desintegrada, muchos mundos dentro de uno.Bravo por tu audacia.
¿esa es la vista de los privilegiados apartamentos de "Horizontes Chapultepec" por la que van a pagar millonadas?, no es por la estética seguro, sino por un gusto sádico de saberse importante no por lo que es, sino por lo lejos -por la distancia física y económica- que está de quienes padecen miserias.
y de pronto que compartas una mirada diferente me hace pensar sobre las cosas que no ve uno, ¿donde anda la mirada cotidiana?
Por lo pronto me subo al techo del edificio donde vivo.
Gracias.
Nicolas
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