jueves, 20 de mayo de 2010

Bola de Cristal-un cuento para las noches de calor

El cuadro tiulado Crystal Ball (arriba), pintado en 1902 por John William Waterhouse, mostraba evidentes signos de deterioro a la muerte de su propietario, el conde de Lexington, que había donado toda su colección de arte al Museo Británico. Excepto la obra Crystal Ball. El lienzo se descubrió años después, en un sótano lóbrego de la mansión solariega del conde. Se trataba del retrato de Miss Lustter, la institutriz del único hijo -con retraso mental- del conde inglés y su esposa, Elsy Charenton, la obesa condesa de Lexington, que falleció en condiciones misteriosas. La prensa de la época informó sobre un accidente en el lago cercano a la mansión. La condesa, dado su exceso de peso, habría volcado el bote en que paseaba con Nips, el perro de la familia; y aunque Nips logró salir a flote, el cuerpo de la condesa nunca fue recuperado. Fue mister Vogel, el jardinero parlanchín y locuaz a cuyo cargo estaba el inmenso y tupido laberinto vegetal de la mansión, el que comentó a la prensa sobre un comentario que le había hecho un día el propio conde de Lexington: "¿Sabe Usted, Mr. Vogel, que el misterio de la desaparición de la condesa, se puede develar preguntando a Crystal Ball ?". El jardinero entendió que el conde se refería a que la única forma de descubrir el cuerpo de la condesa, era consultando una bola mágica de cristal. Sin embargo, cuando el cuadro de Waterhouse fue enviado a restauración... reapareció un elemento que había sido suprimido de la obra original. Si se obsserva con cuidado la escena que pintó Waterhouse, se muestra un gran libro que Miss Lustter tiene abierto sobre la mesa: La Leyenda del Rey Arturo, abierto en la página donde se lee sobre la espada Excalibur que emerge de un lago encantado; y justo a un lado del libro, yace una calavera que había sido borrada o, mejor dicho, cubierta con una gruesa capa de óleo azul. Se supo después, gracias a una investigación discreta de Charles Manning, restaurador del cuadro, que Miss Lustter, la institutriz que había servido de modelo para el retrato que la mostraba observando con aire reconcentrado una bola de cristal (Crystal Ball ), en realidad contemplaba el agua que flotaba dentro de la esfera. El profundo lago circular en la parte trasera de la finca de los condes, era conocido como Sphere Lake. Interrogada, Ms. Stubbs, la cocinera, reveló detalles íntimos de la institutriz quien al parecer, se veía forzada a compartir cama con la obesa condesa que adoraba los juegos eróticos en los días de luna llena. Pero aun cuando complacía a la condesa, la institutriz amaba a un hombre: el conde de Lexington, consumado espadachín que habría dedicado semanas enteras a enseñar, no sólo las artes amatorias, sino también, el manejo de la espada a Miss Lustter. Y se supo también, que al nacer el único hijo de los condes: Jack con retraso mental, el conde jamás volvió a intimar con la obesa condesa. El niño murió a los once años y la institutriz, no obstante, permaneció en la mansión mucho tiempo después, hasta el deceso del conde de Lexington. Lo que había caído de la barca en aquel accidente narrado por la prensa entonces, era el rollizo cuerpo decapitado de la condesa que en pleno centro del lago, sorprendió por la espalda a Miss Lustter mientras remaba, tomándola por los senos en demanda de un beso. La institutriz reaccionó con la espada que llevaba envuelta para practicar esgrima por la tarde con el conde de Lexington. La cabeza fue lo único que quedó a bordo del bote cuya calavera reapareció en el cuadro (abajo), luego de la restauración oficial de Crytsal Ball. -(MF)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnifica historia! de lo mejor que has narrado en tu blog

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jetsapb dijo...

buena historia, y es de tu imaginacion, o de alguoen mas?

Saludos