sábado, 23 de enero de 2010

Culinaria

Es un rumor entre chefs: cocinar es una variante de sexo oral. A las pruebas hay que remitirse, mientras tanto, conviene señalar que aun cuando el arte culinario se encuentra profesionalmente en manos de hombres, la británica Nigella Lawson (Londres, 1960), que se presenta como food writer and journalist, se propuso dar la batalla no como chef sino como diosa de la cocina normal (domestic goddess of every day food ) o como suele apodarla el público masculino: a queen of food porn. Fellini la hubiese desposado: Nigella es mujer a plenitud sin temor de las rotundas y contundentes formas que de veras, incitan a comer -sela. La cocina en países machistas como México, cabe recordar, ha sido considerada como forma de sometimiento de la mujer por muchas de las féminas independientes y modernas hoy en día. Se prefiere en todo caso, relegar dicha labor a mujeres en calidad de servidoras domésticas. Pero cocinar puede ser visto también como proceso artístico o creativo con el aliciente de mejorar la propia calidad de vida y la de los demás, en el sentido de proporcionar/obtener placer y comunicación a fondo. Por supuesto que a veces, las prisas dejan el arte culinario para después y de momento se sale al paso de manera simple, más bien, artesanal. La inspiración en este caso, la porporcionan musas como la Nigella, con recetas sencillas, pero sustanciosas, rellenitas de cariño como unas quesadillas (¿o se trata más bien de una sincronizada ?).

1 comentario:

ross dijo...

Que barbaridad, nunca imaginé que cocinar(una de mis grandes aficiones) tuviera tales connotaciones, amerita una sesión cuanto antes.