lunes, 7 de septiembre de 2009

La Razón del Delirio de La Chapelle

Madonna, Mystical Swans
TAN: Is the veneration of celebrities now almost religious?
DL: I have always been fascinated by the idea of religious ecstasy, whether crying over the Jonas Brothers or the Beatles. It’s the same emotion, the apparition, whether Elvis or the Virgin Mary, it’s definitely some sort of devotional ecstasy, fainting, swooning. The supernatural comes into play a lot in celebrity, along with the transience; the impermanence of life I am always very drawn to.
TheArtNewspaper en entrevista con David La Chapelle, 15 de abril del 2009
Tiger thrust, Noemi Campbell
Addicted to Diamonds, Amanda Lepore. Fotografías como la presente estuvieron ausentes en la muestra: ¿autocensura ante la Guerra Sagrada de felipito contra el Narco?
Amanda Lepore como la Liz de Warhol (orange)
Acudí al Museo de las Artes de la UdeG (a) Bajos Fondos de Rectoría -bajo el poder, la cultura- a contemplar previo desembolso de 45 pesos, la exposición del fotógrafo David La Chapelle (Connecticut,1963 ) titulada Delirium of Reason ("Delirio de la Razón", aunque el traductor espontáneo dedujo quizá que si se exhiben muchas fotografías convenía el plural: "DelirioS de la Razón " ). David definió vocación y tono a raíz de dos acontecimientos: a los seis años fotografió a su madre Helga La Chapelle en bikini, ebria de champán; y a los dieciocho practicó una felación a cambio de dinero en el bar gay Browns de Nueva York. La Chapelle se presentó en Guadalajara acompañado de su musa Amanda Lepore (New Jersey, 1967 ), modelo transexual que respondió al nombre de Armando hasta los quince años cuando mutó género vía hormonas y cirugías ¿La Chapelle y Le Pore: La Capilla y El Poro ? Bien, La Capilla alberga series fotográficas de inspiración religiosa: Heaven to Hell, Holy War, Jesus is my Homeboy, Decadence y Destruction and Disaster; El Poro (que desaparece con silicón y hormonas ) se expone como modelo y parodia, por ejemplo, del retrato de Elizabeth Taylor, de Warhol. ¿Delirio de la Razón? ¿O la razón del delirio ?
La serie de fotografías de La Chapelle seleccionadas para exibirse en el Museo de las Artes poseen un común denominador: el discurso apocalíptico. La Chapelle recurre al expediente trilladísimo de la Decadencia de Valores. Se pregunta: ¿cómo rescatarlos? Y el fotógrafo del estilo pornochic se responde con otro lugar común: mediante la religión.
La Chapelle recurre así al discurso más conservador y poco imaginativo que da la bienvenida al castigo divino ya sea en forma de Diluvio Universal que lava los pecados del mundo con su cauda de pecadores ahogados, pero purificados que ascenderán de ese modo, a otro mundo mejor.
Incluso los acólitos y los agentes de la fe tradicional perecerán ahogados para así redimirse de su responsabilidad ante las insuficiencias de la religión como método de salvación de la gente.
De nada sevirán la belleza y el erotismo de los cuerpos: todo terminará por hundirse en medio del caos urbano.
Y de nada valdrá refugiarse en la Casa de Dios porque la religión también ha perdido el rumbo.
La Piedad es ya cotidiana, una anécdota familiar de nota roja que no sobresalta ni a los niños ni a reventadas como Courtney Love.
La Chapelle, ya encarrerado con la tesis facilona de la Crisis de Valores, se pregunta luego qué pasaría si Jesucristo resucitara ahora en medio de las injusticias de las sociedades modernas.
El Mesías quedaría atrapado entre los valores de la sociedad de consumo -¿hay otra?- y una juventud de país desarrollado que no busca más que el dinero.
Ofrecería Jesucristo hoy en día su Última Cena en suburbios multirraciales alejados de la White Trash políticamente incorrecta.
El papel del Salvador traicionado y crucificado, sería así más propio en la era moderna de un negro rapero como Kanye West.
En suma, La Chapelle es un gran fotógrafo y artista del color que triunfó gracias a su oportuno coctel de Warhol, Jeff Koons, William Eggleston-¿recuerdan al viejo maestro de la Polaroid ?-, Hugh Hefner, Interview más Vogue, todo sazonado en general con arte Pop y barroco kitsch (¿cabría hablar incorrectamente de una estética gay?) . Por desgracia, quienes como La Chapelle aportan todo mediante la forma con gran éxito comercial, se sienten obligados a buscarse un contenido profundo, a ponerse a la altura para Dar un Mensaje: este es el verdadero Delirio de la Razón o mejor, la Razón del Delirio, pues se inhibe la propuesta artística. El ataque a los dizque Valores Decadentes de Occidente; la burla y parodia de los famosos y glamorosos; la crítitica a la Guerra y a los lujos capitalistas, se antojan más propios de un discurso -que ya es mucho pedir- de concursante de Miss Universo. Paradójicamente, La Chapelle no es entonces ni transgresor ni irreverente como se pregona, sino profundamente conservador. El cura Ratzinger, por ejemplo, encontraría muy útiles y compartiría gustoso, las críticas fotográficas de La Chapelle. Si algún consejo le conviene atender entonces al joven de La Capilla, es el de que permanezca como fotógrafo fashion, retratista extraordinario del mundo de la moda, de la música y del showbussines. Colocarse implantes artificiales de Temas Profundos deforman su obra fotográfica que se diluye en mera idea loca, pero inocua.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Huy, que no te oigan los organizadores de la exposición. Ahorita, todo este rollo de arte MTV es lo que seduce a los responsables de hacer posibles estos eventos en Jaliscu, y criticarlo puede provocar que quedes exiliado al hossible, hossible rincón de los "pedantes", "elitistas" y "reaccionarios enemigos de lo nuevo y de lo nice".

Y nadie quiere que pase eso.

Me pregunto si por aquí nos queda uno de esos simpáticos niños que le señalan a la gente cuando el emperador está desnudo

Anónimo dijo...

La Capilla debería de incluir en sus fotografías a un arquetípico "hebreo" del antiguo testamento: Emily.

Anónimo dijo...

Propongo que se cambie el nombre "Cultura UdeG" por "PadillaPresents:" ya que, todos lo sabemos, como hasta en las mejores familias: cualquier evento que sirva para codearse con la "socialité" es promovido, aprobado y muy bien cobrado por el gerente general, osea el Peter Gabriel tapatio. Y como otra muestra tenemos al festival de los muñecos, del cual me abstuve por los altos precios que se cobraban en el teatro Padilla !perdon¡ quise decir Diana.

Y hablando de La Chapelle: un gringo mas que encuentra el hilo negro de la sociedad, sus carencias y excesos... nada nuevo.